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Voto de Ghibliano:
7
1994
7,9
162.537
Animación. Drama. Aventuras. Comedia. Musical. Infantil
La sabana africana es el escenario en el que tienen lugar las aventuras de Simba, un pequeño león que es el heredero del trono. Sin embargo, al ser injustamente acusado por el malvado Scar de la muerte de su padre, se ve obligado a exiliarse. Durante su destierro, hará buenas amistades e intentará regresar para recuperar lo que legítimamente le corresponde. (FILMAFFINITY)
22 de febrero de 2012
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo entiendo que esta película forme parte de la infancia de tanta gente, y que incluso ahora resulte agradable de ver; es casi imposible encontrar una obra de animación que haya optimizado de tal manera la técnica. En ese sentido, "El rey león" podría perfectamente suponer un hito inalcanzable a nivel artístico.
Igualmente, el hecho de que la historia contenga elementos más maduros y difíciles de asimilar la hace sin duda más atractiva para el público adulto en general.
Ahora bien, este segundo motivo es un arma de doble filo y, de hecho, es la razón por la que a mí, gustándome, no me apasiona la película. Mezclar dos discursos en una obra puede ser una ventaja, siempre y cuando no se superpongan el uno con el otro. Pixar logra mezclarlos debidamente, "El rey león" no. A mí al menos los momentos de lirismo trágico a lo Shakespeare de la película no me pegan nada con los chistecitos y juegos que aparecen en otros puntos de la misma. Me parece como si pertenecieran a dos historias distintas.
Otra cuestión asociada es que el desarrollo de personajes, aún a pesar de contener estos venazos trascendentales, es tan básico que termina por resultar poco creíble. Ya no hablo de que haya cosas que pueden pasar porque no van dirigidas a un público con capacidad analítica, hablo de retratos claramente simplones e inconsistentes. Luego retomo esto en spoiler.
También he de decir que sólo hace un año que he visto esta película. Pero bueno. No entiendo cómo puede ser eso una excusa. También he visto el cine de Ghibli en la etapa adulta y he revisado muchas otras de Disney que me gustaron incluso más de lo que recordaba. Y por muy adulta que parezca ésta, en mi opinión palidece ante "Basil, el ratón superdetective", una obra más perversa, sucia, atrevida y carismática, con mayor dinamismo en la narración y personajes más creíbles que ésta. Pero claro, no tiene esa animación ni esa banda sonora...
Tampoco me convence la separación entre buenos y malos. Si a mí ya me ha costado siempre no entender e incluso comulgar con los malos de Disney, el caso de "El rey león" y las hienas es un extremo bastante poco agradable. Es decir, incluso aceptando que éstas son malas, me parece excesivo el ostracismo en el que viven, al final no se sabe si la culpa de su situación es suya o de Mufasa. Dan más pena que miedo, te terminas preguntando por qué ellas no pueden vivir como el resto y formar parte del dichoso ciclo de la vida.
No entraré en el tema del ciclo de la vida, aunque biológicamente sea muy absurdo (como bien comenta la crítica de Sam Tiko), porque no creo que ése fuera el objetivo. Pero sí que lo voy a hacer con quienes lo esgrimen como un argumento para resaltar la profundidad de la historia. No lo es. Es una excusa que enmascara el maniqueísmo bajo una "ley natural". No me quejo de que una película de Disney sea maniqueísta (vaya sorpresa), sino de que esta actitud se intente justificar escondiéndola bajo una capa de falsa trascendencia.
Igualmente, el hecho de que la historia contenga elementos más maduros y difíciles de asimilar la hace sin duda más atractiva para el público adulto en general.
Ahora bien, este segundo motivo es un arma de doble filo y, de hecho, es la razón por la que a mí, gustándome, no me apasiona la película. Mezclar dos discursos en una obra puede ser una ventaja, siempre y cuando no se superpongan el uno con el otro. Pixar logra mezclarlos debidamente, "El rey león" no. A mí al menos los momentos de lirismo trágico a lo Shakespeare de la película no me pegan nada con los chistecitos y juegos que aparecen en otros puntos de la misma. Me parece como si pertenecieran a dos historias distintas.
Otra cuestión asociada es que el desarrollo de personajes, aún a pesar de contener estos venazos trascendentales, es tan básico que termina por resultar poco creíble. Ya no hablo de que haya cosas que pueden pasar porque no van dirigidas a un público con capacidad analítica, hablo de retratos claramente simplones e inconsistentes. Luego retomo esto en spoiler.
También he de decir que sólo hace un año que he visto esta película. Pero bueno. No entiendo cómo puede ser eso una excusa. También he visto el cine de Ghibli en la etapa adulta y he revisado muchas otras de Disney que me gustaron incluso más de lo que recordaba. Y por muy adulta que parezca ésta, en mi opinión palidece ante "Basil, el ratón superdetective", una obra más perversa, sucia, atrevida y carismática, con mayor dinamismo en la narración y personajes más creíbles que ésta. Pero claro, no tiene esa animación ni esa banda sonora...
Tampoco me convence la separación entre buenos y malos. Si a mí ya me ha costado siempre no entender e incluso comulgar con los malos de Disney, el caso de "El rey león" y las hienas es un extremo bastante poco agradable. Es decir, incluso aceptando que éstas son malas, me parece excesivo el ostracismo en el que viven, al final no se sabe si la culpa de su situación es suya o de Mufasa. Dan más pena que miedo, te terminas preguntando por qué ellas no pueden vivir como el resto y formar parte del dichoso ciclo de la vida.
No entraré en el tema del ciclo de la vida, aunque biológicamente sea muy absurdo (como bien comenta la crítica de Sam Tiko), porque no creo que ése fuera el objetivo. Pero sí que lo voy a hacer con quienes lo esgrimen como un argumento para resaltar la profundidad de la historia. No lo es. Es una excusa que enmascara el maniqueísmo bajo una "ley natural". No me quejo de que una película de Disney sea maniqueísta (vaya sorpresa), sino de que esta actitud se intente justificar escondiéndola bajo una capa de falsa trascendencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Por último, las canciones me parecen algo menos grandes que al resto. Aunque es un aspecto bastante destacado, todo hay que decirlo. Pero que realmente me resulten memorables, están "El ciclo de la vida" y un par más. El resto no es que no sean espectaculares, es que, sencillamente, no me llenan. Prefiero mil veces una canción estándar de "Aladdin" que la mayoría de las que aparecen aquí. Me resultan más dinámicas, conecto más con su humor, qué sé yo.
Volviendo al retrato de personajes, quería señalar sobre todo a la relación entre Simba y Nala. Llega un momento en la película en el que se reencuentran después de años y se dan cuenta de que están enamorados. El problema no es que de repente surja la chispa, sino que se pretende justificar a partir de una relación de pura amistad que han tenido de críos, es como si dijeran "ahora he crecido y me toca enamorarme de ti", vamos, más simplón imposible, y lo peor es que ni se molesta en disimular, no se han visto en diez o doce años y lo primero que hacen es enamorarse perdidamente. Pues oye, yo no me lo creo.
Lo de Simba pasando de vividor despreocupado a defensor del reino de su padre tampoco me convence. Acepto hasta cierto punto que tenga un trauma y que Rafiky con su revelación se lo despierte, incluso que sienta una cierta necesidad de reivindicar el honor de su padre, pero es que toma la decisión tan rápidamente que hace pensar que todos estos años de vida sin preocupaciones, disfrutando y olvidando la tragedia de su infancia simplemente eran un trámite. De nuevo, no me quejo de que tome la decisión, sino de la forma en que lo hace. No le cuesta nada. En un minuto el Simba alegre ha desaparecido y ya no va a volver más, ahora toca el Simba ambicioso y vengativo. Y aún me mosquea más que Timón y Pumba se carguen su filosofía de vida hedonista, construida durante años y mucho antes de que Simba llegara, por ayudarle a recuperar el trono en plan "somos tus amigos". Pues hombre...
Tampoco me gusta el mensaje en este punto. Sobre todo porque rechaza la enseñanza de disfrutar de la vida, que me parece mucho más positiva que la que se pasa a mostrar, ese "reivindica lo que es tuyo" que en mi opinión se acerca peligrosamente a la vena clasista. El retrato del Simba capaz de ser feliz y de sobreponerse a la muerte de su padre me resulta más apto y útil para el público infantil que el del Simba que vuelve para vengarse y recuperar el trono. Supongo que éste es uno de los puntos que se suelen destacar por hacer la obra más "adulta", y yo lo aceptaría si no fuera implícita una enseñanza bastante clara para el público que la ve. Es decir, si careciera de esas pretensiones aleccionadoras, podría disfrutar la obra más e ignorar estos puntos tan poco recomendables.
Volviendo al retrato de personajes, quería señalar sobre todo a la relación entre Simba y Nala. Llega un momento en la película en el que se reencuentran después de años y se dan cuenta de que están enamorados. El problema no es que de repente surja la chispa, sino que se pretende justificar a partir de una relación de pura amistad que han tenido de críos, es como si dijeran "ahora he crecido y me toca enamorarme de ti", vamos, más simplón imposible, y lo peor es que ni se molesta en disimular, no se han visto en diez o doce años y lo primero que hacen es enamorarse perdidamente. Pues oye, yo no me lo creo.
Lo de Simba pasando de vividor despreocupado a defensor del reino de su padre tampoco me convence. Acepto hasta cierto punto que tenga un trauma y que Rafiky con su revelación se lo despierte, incluso que sienta una cierta necesidad de reivindicar el honor de su padre, pero es que toma la decisión tan rápidamente que hace pensar que todos estos años de vida sin preocupaciones, disfrutando y olvidando la tragedia de su infancia simplemente eran un trámite. De nuevo, no me quejo de que tome la decisión, sino de la forma en que lo hace. No le cuesta nada. En un minuto el Simba alegre ha desaparecido y ya no va a volver más, ahora toca el Simba ambicioso y vengativo. Y aún me mosquea más que Timón y Pumba se carguen su filosofía de vida hedonista, construida durante años y mucho antes de que Simba llegara, por ayudarle a recuperar el trono en plan "somos tus amigos". Pues hombre...
Tampoco me gusta el mensaje en este punto. Sobre todo porque rechaza la enseñanza de disfrutar de la vida, que me parece mucho más positiva que la que se pasa a mostrar, ese "reivindica lo que es tuyo" que en mi opinión se acerca peligrosamente a la vena clasista. El retrato del Simba capaz de ser feliz y de sobreponerse a la muerte de su padre me resulta más apto y útil para el público infantil que el del Simba que vuelve para vengarse y recuperar el trono. Supongo que éste es uno de los puntos que se suelen destacar por hacer la obra más "adulta", y yo lo aceptaría si no fuera implícita una enseñanza bastante clara para el público que la ve. Es decir, si careciera de esas pretensiones aleccionadoras, podría disfrutar la obra más e ignorar estos puntos tan poco recomendables.