Haz click aquí para copiar la URL
Irlanda Irlanda · Innisfree
Voto de Ferdin:
10
Drama Terribles fueron las luchas que Iván IV el Terrible, primer zar de Rusia, tuvo que sostener contra sus enemigos del interior y del exterior para crear un estado fuerte y moderno. En 1547, a los 17 años, Iván es coronado zar en la catedral de Moscú por el patriarca Macario. El apoyo de la Iglesia confirió al acto un prestigio sagrado que sería la base de la autocracia zarista. En el interior, para combatir a los boyardos (la poderosa ... [+]
28 de febrero de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí la cumbre de Eisenstein (admito que disfruto algo pero me aburren sus famosas películas mudas), "Iván el Terrible" se rodó en Kazajistán entre 1942 y 1944, en plena IIGM, cuando los alemanes cercaban Moscú, en una especie de encargo del PCUS al director para levantar la moral del pueblo ruso, en torno a uno de sus personajes históricos más oscuros, y a la vez más importantes. Y es que no se entiende el devenir posterior de Rusia sin el primer Zar (1547-1584). Para ello contaron, aparte de con la sabiduría del director, con el actor favorito de Stalin, Nikolai Cherkasov (1903-1966), con un gran diseño de producción y con uno de los grandes compositores del siglo XX, Serguéi Prokófiev (1891-1953).

Efectivamente, todo en la película es épico, grandioso, rotundo, con unas sombras exageradas que se proyectan en las inmensidades palaciegas, que también son algo claustrofóbicas, ya que nunca vemos ventanas. Claro que las escenas de exteriores son una pasada, en las estepas kazajas. Algunas vestimentas son algo fantasiosas pero en general hay buen rigor histórico, y se transmite muy bien cómo eran los boyardos, con sus zafios modales y sus largas barbas, y la enorme influencia de la Iglesia. Recordemos que cuando Pedro el Grande (1682-1725) "europeíza" Rusia , el país seguía en la Edad Media (esto no es ni bueno ni malo, simplemente es un hecho, pero indica el desfase que siempre ha tenido Rusia, además mucha culpa tuvo la invasión mongola del siglo XIII), por lo que se pasó casi directamente a la Ilustración.

Es cierto que el tono teatrero desconcierta, las pestañas y los pelazos son horteras, y las miradas al infinito recuerdan a las películas franquistas de esa época ("Raza", "Alba de América", etc), aunque quizá era esa demencia mística lo que quería transmitir Eisenstein. Pero la alucinada mirada de Cherkasov impresiona bastante (acaso se notaban sus inicios como mimo), así como los rotundos diálogos, los decorados (que recuerdan a los del famoso retrato del zar de Vasnetsov en 1897) y la excelente banda sonora.

Por cierto que a Stalin le gustó mucho, no así la segunda parte ya que la imagen de Iván (que en el fondo era él) no es tan positiva. Ahí empezaron los problemas para Eisenstein...
Ferdin
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow