Esta cinta es una de esas que no tienen ningún tipo de miedo a jugar con los géneros. A deconstruirlos, a mezclaros, a moverse pasando de tener una escena claramente en clave de comedia y conseguir ser divertida a la siguiente, que se encuentra en claves de terror, y tiene algún susto bien hilado y trazado.
Esa forma de transitar entre géneros es su mayor virtud y lo que la convierte en una peli notable ya que, en todo momento, tiene claro que no debe tomarse enserio a ella misma y sabe hacía donde quiere ir y cómo debe ir hasta allí.

Aquí nos encontramos una peli que conjuga muy bien, y con un humor muy negro, la unión entre el thriller, las historias de fantasmas y la comedia más disparatada y lo hace con un ritmo trepidante. La peli dura prácticamente 2h y parece que dure 1h y media. Se pasa absolutamente volando.
Los actores están correctos, pero tienen un buen guion que los respalda. Hay cameos y guiños a otras pelis bastante chulos, la verdad. Y que arrancarán alguna que otra sonrisa a aquellos espectadores que hayan visto dichas películas.

Por otro lado, hay que decir que, al ser una peli con poco presupuesto y de hace 25 años, esto tiene como consecuencia que los muchos efectos que aparecen en la cinta se resientan y se note que han envejecido mal. Problema que, al menos a mí, no me hace no disfrutar de la peli pero que puedo entender que a algunos les canten mucho y les saquen de lo que están viendo.

Poco más que decir, considero que esta película es una propuesta fresca, divertida y muy entretenida. Ideal para desconectar y pasar un buen rato delante de la pantalla disfrutando de una peli notable dentro de la liga en que se mueve y con una más que alabable propuesta novedosa y original.