Polanski inició un brillantísimo camino al rodar repulsión, apenas tres años antes, demostrando que se podía hacer terror psicológico de grandísima calidad sin abusar de recursos burdos como engañar al espectador con el guion u otros recursos del estilo para provocar emociones de forma "falsificada".
Ese camino se eleva a su máximo nivel en esta "la semilla del diablo" yendo no sólo un paso más allá en atrevimiento, sino que también va más allá en cuanto a calidad tanto del guion como de la propia dirección del director francés.

En esta película vuelve a retomar esa temática que tanto le gusta de jugar con la ficción y la realidad metiéndonos en la cabeza de Rosemary (espectacular Mia Farrow, con un trabajo muy físico, además), una embarazada a la que empiezan a sucederle cosas de lo más extrañas durante su turbulento embarazo.
Sin desvelar mucho más de la trama, ya que creo que es mejor que la descubráis por vosotros mismos/as, creo que es importante decir que lo que consigue Polanski aquí es un ejemplo perfecto de cómo crear "un tono" cinematográfico y llevarlo hasta sus últimas consecuencias.

Desde el minuto uno de la cinta, con esa melodía aterradora, como espectadores ya empezamos a notar que algo no va bien (creándose ese paralelismo entre espectador y personaje principal, tan característico de Polanski). Y esa sensación, ese notar que estas viendo algo dónde hay cosas que no te encajan y no sabes por qué es. Esa sensación es la que el director va a ir haciendo evolucionar, poco a poco, para que nuestra percepción como espectadores viendo la cinta y los descubrimientos (reales o no) de la protagonista que va viendo cosas que no le encajan en sus peculiares vecinos, vayan de la mano.
Creo que este juego con el espectador, entre la realidad y la ficción, es lo que hace tan grande esta cinta y, sinceramente, creo que si no conseguís entrar, probablemente la película os pueda acabar decepcionando. Al final, estamos ante una propuesta muy arriesgada que pone casi todos los huevos de la cesta en esta tensión psicológica que va envolviendo todo y que está pensada para involucrar al espectador en su vorágine.

Por otra parte, y sin entrar en spoilers, creo que tiene un tercio final absolutamente demoledor y unos últimos minutos que son para levantarse del asiento y limitarse a aplaudir a los genios que hay detrás de la película.

Por último, quizá alguien pueda preguntarse por qué si solo he lanzado alabanzas es un 9 y no un diez. Y el motivo no es otro que, sinceramente, creo que tiene un problema claro de ritmo en el arranque. Le cuesta excesivamente arrancar en la historia y tiene ciertos "parones" (o quizás me ha costado a mí adaptarme al ritmo que pretendía Polanski, no lo sé). En cualquier caso, es por este detalle por el que me he decidido por esta nota. Pero vamos, no me pelearía con alguien que le haya puesto un diez. Si no es una obra maestra, poco le falta.