Primera entrega de la Saga de Spider-Man y primera película de la que, a la postre, acabaría siendo la trilogía de Sam Raimi.

En esta cinta nos encontramos un Spider-Man bastante más centrado en el drama que en su vertiente más cómica. Tanto los problemas a los que se enfrenta cómo su forma de actuar es como muy trascendental y profunda.. Y creo, sinceramente, que eso es un arma de doble filo.
Tal y cómo nos lo plantean en esta cinta, Peter Parker tiene 15 años. Y, sinceramente, yo no veo a un adolescente de esa edad cuando miro a Tobey Maguire. Es verdad que, aunque no case bien con la edad del personaje, el hecho de centrarse más en el dramatismo consigue que tengamos una historia mucho más madura. Pero a costa de tener que hacer un pequeño "salto de fe" con la credibilidad de algunos diálogos y actos.

Por otra parte, en cuanto al reparto, creo que la película cuenta con unos secundarios de lujo. En el caso de Kristen Dunst consigue hacer creíble a su personaje a pesar de que el guion no le da todas las herramientas que debería (Problema que tenía el genero en general en esa época). Si hablamos de Willem Dafoe... toca ponerse de pie. Su trabajo como el Duende verde es enorme. Llena la pantalla en cada aparición y es capaz de intimidar a alguien con dos gestos y un par de frases.
En cuanto a J.K. Simmons, parece haber nacido para ese papel. No creo que haya otro capaz de interpretarlo con mayor talento. Es espectacular la capacidad que muestra para transmitir el cinismo, lo déspota y lo ruin que es su personaje.

Poco más que decir, creo que esta primera entrega de Spider-Man demostró que se podían hacer cosas muy buenas en este subgénero que cada día es más grande.