La película “The Help” está ambientada en los años sesenta, pero ¿Hemos cambiado algo desde aquella época, en términos de discriminación? Creo que poco, a pesar de que muchos países se jacten de decir que luchan por acabar con este flagelo. Los seres humanos seguimos guardando rencor y miedo hacia aquellas personas que por su apariencia o condición no son semejantes a nosotros, que representan lo diferente, y esto nos hace ser seres opresivos y violentos. Y precisamente una de las cosas más bonitas de esta película, es que nos permite apreciar que sólo a través de la inocencia de los niños podemos ver lo estúpido que es la discriminación, los adultos estamos contaminados por “el saber” y con ello buscamos excusas tratando de equiparar neciamente nuestro inicuo sistema.

Por otro lado, la familia es otro gran paradigma en el que nos sumerge este film. Una madre no es aquella mujer que nos engendró y nos trajo a este mundo; una verdadera madre es quien nos ama, nos cuida y nos educa desde niños. Es aquella persona con quien creamos un vínculo afectivo que nos acompañará por el resto de nuestras vidas, y que en muchas ocasiones marca nuestras decisiones personales.

Esta película también es un gran homenaje para aquellas personas que luchan en contra de la exclusión social, batallan en contra de sus miedos y logran cambiar la historia, los verdaderos héroes de nuestra humanidad, héroes que en nuestros actuales tiempos escasean.

Asimismo en términos cinematográficas “The Help” está muy bien lograda: unas actuaciones geniales, un vestuario acertadísimo, el montaje, la fotografía y la dirección artística son simplemente sobresalientes.