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Voto de babayu:
8
7,3
1.419
Drama
Don Plutarco, su hijo Genaro y su nieto Lucio llevan una doble vida. Por una parte, son humildes músicos rurales y, por otra, apoyan activamente al movimiento guerrillero campesino contra el gobierno opresor cuyo significado militares violan y torturan a la población. Cuando el ejército invade el pueblo, los rebeldes deben huir y abandonar las municiones. Haciendo valer su apariencia de inofensivo violinista, Don Plutarco tiene un plan: ... [+]
8 de octubre de 2008
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fascinante película mexicana en todos sus aspectos; sabemos que se desarrolla en México, pero bien podría ser cualquier otro país del mundo y en cualquier época, ya que lo que se nos cuenta está enmarcado en esa lucha universal y atemporánea entre el opresor y el oprimido.
Rodada en Ixtapaluca, nos habla de un viejo músico y campesino, don Plutarco, en el que se intuye una larga trayectoria de pelearse por la vida, y que ha pasado el testigo a su hijo, Genaro, a la espera de que su nieto, Lucio, tome las riendas y le toque el turno de enfrentarse a su vez en ese eterna y siempre perdida batalla contra el poderoso, ejemplificado en unos militares oportunistas, surgidos del mismo campo que los débiles, pero a los que las fuerzas del destino han colocado en el palo de bastos de la baraja.
Don Plutarco viene a ser un pícaro desheredado que con sus últimas fuerzas quiere aportar su granito de arena a la causa, camelándose a través de su violín al Capitán militar, lo que se traduce en una preciosa imagen, la música contra los fusiles, la paz contra la brutalidad de la violencia. Sabemos que no va a servir de nada, porque la vida es muy cabrona a veces, y que Lucio, el nieto, será más cabrón que su padre y su abuelo juntos, pero ese viejo músico manco no quiere abandonar este mundo sin disparar a través de su violín, montado en esa burrita que consiguió sacarle al patrón a cambio de su cosecha de milpa.
La impresionante actuación de Ángel Tavira (fallecido hace pocos meses), que le valió el premio en Cannes, no debe hacer que menospreciemos otros soberbios aspectos de la peli, como la fotografía en blanco y negro a cargo de Martín Boege o los tremendos recursos narrativos en los que destacaría el prólogo, con esa escena de crueldad intolerable, y el final (ver "spoiler").
Rodada en Ixtapaluca, nos habla de un viejo músico y campesino, don Plutarco, en el que se intuye una larga trayectoria de pelearse por la vida, y que ha pasado el testigo a su hijo, Genaro, a la espera de que su nieto, Lucio, tome las riendas y le toque el turno de enfrentarse a su vez en ese eterna y siempre perdida batalla contra el poderoso, ejemplificado en unos militares oportunistas, surgidos del mismo campo que los débiles, pero a los que las fuerzas del destino han colocado en el palo de bastos de la baraja.
Don Plutarco viene a ser un pícaro desheredado que con sus últimas fuerzas quiere aportar su granito de arena a la causa, camelándose a través de su violín al Capitán militar, lo que se traduce en una preciosa imagen, la música contra los fusiles, la paz contra la brutalidad de la violencia. Sabemos que no va a servir de nada, porque la vida es muy cabrona a veces, y que Lucio, el nieto, será más cabrón que su padre y su abuelo juntos, pero ese viejo músico manco no quiere abandonar este mundo sin disparar a través de su violín, montado en esa burrita que consiguió sacarle al patrón a cambio de su cosecha de milpa.
La impresionante actuación de Ángel Tavira (fallecido hace pocos meses), que le valió el premio en Cannes, no debe hacer que menospreciemos otros soberbios aspectos de la peli, como la fotografía en blanco y negro a cargo de Martín Boege o los tremendos recursos narrativos en los que destacaría el prólogo, con esa escena de crueldad intolerable, y el final (ver "spoiler").
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La escena final entre el Capitán y Don Plutarco es espectacular: una vez que sabemos que los militares han descubierto el secreto del viejo violinista, nos vemos sometidos a una tensión extrema, en la que el Capitán quiere que el músico toque una última canción, mientras a Genaro le encierran en una cabaña donde se supone que será torturado y asesinado, ante la mirada expectante del resto de los soldados. Plutarco duda, tantea la pistola y el violín y afirma: "Se acabó la música". La última imagen será la de Lucio, tocando una canción en la guitarra, haciéndonos pensar que su vida será igual que la de su padre y que la de su abuelo, condenado a perder esa lucha eterna contra el tirano...