Haz click aquí para copiar la URL
España España · Oviedo
Voto de babayu:
4
Drama Recién terminada la Guerra Civil Española (1936-1939), un Tribunal Militar condena a muerte a unas jóvenes por un delito que no habían cometido. Detenidas un mes después de acabar la guerra, sufrieron duros interrogatorios y fueron encarceladas en la prisión madrileña de Ventas. Ella pensaban que sólo pasarían unos años en la cárcel, pero fueron acusadas de un delito de rebelión contra el Régimen por reorganizar la JSU y por organizar ... [+]
21 de diciembre de 2008
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ay, ay, ay....

Veamos: cuando uno conoce la historia real, ha leído el magnífico libro de Carlos Fonseca, tiene cierta imaginación y, sobre todo, ha visto un porrón de pelis bien hechas, no puede evitar sentir cierta amargura al ver cómo se desaprovecha una buena oportunidad de hacer algo grande; Emilio Martínez-Lázaro nunca se ha caracterizado por ser un cineasta arriesgado ni armado de un talento desbordante, se le supone oficio y poco más. Aquí dirige el guión escrito por Martínez de Pisón de una manera pasable, pero sin nada realmente interesante.
La historia se lastra ya desde el principio, con una serie de escenas lamentables, como la del discursito que dos de las "rosas" se cascan en la plaza del pueblo. A partir de ahí, va alternando algún acierto con fallos numerosos, en un intento por alejarse de cualquier implicación política, lo que la hace caer en una descripción bastante pobre de la mayoría de los personajes que corresponden a esas trece mujeres asesinadas un maldito cinco de agosto del 39, en una de esas lamentables "colas" que siguieron a nuestra infausta Guerra Civil. El interés del director por despolitizar a esas personas le hace cometer una falta más grave, que es infantilizarlas en grado sumo: muchas de ellas eran menores de edad, pero no tenían cinco años precisamente. Es peor aún la ambientación, sobre todo si se trata de una peli con "posibles", fotografiada por uno de los más grandes, como es José Luis Alcaine, que no logra que el conjunto desprenda un tufillo a escenario televisivo caro. Otros aspectos son igualmente criticables, como es la música, que, a pesar de estar firmada por otro grande, como Roque Baños, parece excesivamente dedicada a aumentar deliberada y flagrantemente la emotividad de las imágenes; cuando esto es tan evidente como aquí, se rompe la magia del cine.
Peor aún resultan la mayoría de las interpretaciones (con las excepciones de Marta Etura y la prodigiosa Blanca que compone Pilar L. de Ayala), ya que muchas son penosas, especialmente las de los personajes masculinos. Creo que es un error tirar de gente que viene de carreras centradas en teleseries, ya que vienen con vicios muy difíciles de resanar, y, sobre todo, carentes del talento necesario para sacar adelante personajes más profundos.
babayu
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow