La cuarta peli del sudafricano Gavin Hood (conocido a partir de la notable Tsotsi), no es más que otro de los bastantes casos que se dan en estos tiempos en los que el cine "made in USA" parece apostar por despertar las conciencias de sus compatriotas; lo malo es que el resultado en esta ocasión es bastante pobre.
La historia es absolutamente predecible, aderezada con una historia de amor metida a calzador y completamente innecesaria para el desarrollo lógico de la trama; se tocan demasiados aspectos pero no se profundiza en ninguno: vemos cómo nos hablan de los secuestros ilegales cometidos por la CIA, introducen una reflexión acerca de lo ilógico que es el método de la tortura para conseguir información, la lucha de una mujer contra el sistema que ha hecho desaparecer a su marido, sin darle ninguna explicación, los escrúpulos del agente novato a la hora de hacer su trabajo, la maldad de la política que maneja los hilos desde su cómodo sillón en Washington, mientras otros sufren y mueren en otro continente, la dualidad del jefe de policía norteafricano, capaz de maltratar impunemente a sus presos como de sufrir porque su hija ha desaparecido, el integrismo islámico, desde el punto de vista del terrorista que clama venganza por su hermano asesinado, etc, etc.
Lo malo es que todas estas subtramas están mezcladas sin ton ni son, son piezas de un puzzle muy grande que se han juntado forzadamente para crear un conjunto entretenido, sí, pero muy flojito en el aspecto narrativo.
También hay un lastre importante: la actuación desganada de uno de los protagonistas, Gyllenhaal, cuyo "Douglas Freeman" pulula por la peli con cara de estreñido y sin aportar demasiado. Lo mismo para Witherspoon, cuyo talento no da para más que para hacer pucheros como desconsolada mujer; Meryl Streep tira de oficio, para interpretar a esa despiadada Corrine Whitman, y Omar Metwally pienso que está muy bien como ese ingeniero químico egipcio al que una estúpida confusión le ha hecho pasar un infierno.
Lo más interesante, aunque sea una solución tramposilla, es el giro final, dentro de la previsibilidad en la que se maneja la película.