El debut en el cine de Michael Bassett adaptando su propio guión se traduce en una peli con más errores que aciertos, aunque con ciertas ideas interesantes.
El argumento se mueve más bien dentro del thriller psicológico que en el terror, ambientado en una trinchera alemanta en la Primera Guerra Mundial, a la que van a parar nueve soldados británicos, a la espera de ser rescatados por los refuerzos. Sin embargo, rapidamente nos daremos cuenta de que aquello es más que una simple trinchera, que realmente los soldados se están jugando algo más importante que la propia vida.
A pesar de que la ambientación sea excelente (un buen sitio para localizar una trama en la que el miedo y la claustrofobia son importantes), y la premisa general de la historia sea llamativa, la realización es torpe, fallida y confusa, a pesar de la simpleza del argumento, desaprovechando personajes que tampoco transmiten empatía (con caras conocidas, como el "Gollum", Andy Serkis, o "Billy Elliot", es decir, Jamie Bell).
Lo mejor, en el "spoiler".
Lo peor, no desarrollar eficazmente una idea que podría haber dado más juego, tal vez fruto de la inexperiencia de su responsable.