Es una mierda de las grandes.

Por un lado tenemos a Connery, qué malo eres joputa, siempre el mismo careto con una sonrisa en sus ojos que pretende ironía o lucidez pero es simplemente estupidez inexpresiva. Su papel de héroe inglés maltratado, vale más por lo que calla, alienígenas y el asesinato de Kennedy para abrir boca. Un payaso.

Después está Cage metido en esta majadería a lo Con Air. Cuando era adolescente tenía una carpeta para ir al insti con fotos de (es fan friki de los bitels) George Michael, Guns and roses, Miguel Bosé y Alaska y los Pegamoides; una nenaza en toda regla o hay que reírse de los tontos o la cena de los idiotas. Dónde estaba tu chupa de piel de serpiente símbolo de individualidad y fe en la libertad personal y bicho, tu chorba, Lula. Domina la química y en el proceso se va a trasformar en otro capullo heroico. Su novia no es Laura Dern sino una lerda. El punto se lo doy a él por simpatía.

Por último tenemos a él, a Ed, el hombre que nació para imitar a Marlon Brando y terminó encasillado en papeles de visionario majadero desquiciado risible. Se quedó en Melón Blando. Su lugarteniente negro es un show de sadismo.

Fuegos artificiales a tutiplén, cansinos, acción a chorros sin ningún orden, escenas de parques de atracciones Indiana Jones pre efectos digitales, mogollón de ruido y de accidentes, b.s.o. perfora tímpanos...

Es un concurso para ver quién la tiene más grande, quién es la justicia, la virtud, la patria. El patriotismo es la virtud de los depravados. Y de los gilipollas también.