Es muy difícil que no guste DESCUBRIENDO NUNCA JAMÁS. Tanto, como encontrar a un adulto que no reconozca llevar un niño en su interior. Sin embargo, parece, hasta cierto punto, que aboca a uno a ponerse entre una espada y una pared: si es que te posicionas en contra, no tienes alma.
No seré yo de los que se posicionen en contra, en otro orden de cosas. Johnny Depp es fantástico, Kate Winslet es fantástica, el Freddie Highmore de la época es fantástico y la época, la época en sí, la Inglaterra victoriana o sus postrimerías, es fantástica. Además, no creo en los que no creen en las hadas ni en los que no reconocen llevar un niño en su interior. Que hay pocas cosas divertidas en el hecho de crecer, que es obligación de todos luchar por cada sueño e imperativo, imperativo de verdad, oponerse con brazo armado a aquéllos cuyo propósito sea pisotear fantasías, ilusiones y esperanzas.