Siendo zurdo como él solo, choca ver a Mark Wahlberg disparando a troche y moche con la mano derecha al principio de la película. También verlo con esa coleta rara, que le hace parecer una vendedora de romero.
SHOOTER tiene un arranque máximo, a pesar de las similitudes con otras historias. Tiene, además, paisajes hermosos, al siempre competente Danny Glover y a Elias Koteas, que hace lo que puede. También a las bellas Kate Mara y Rhona Mitra, a Rade Serbedzija y a Ned Beatty, que será por los siglos de los siglos el acólito torpe de Lex Luthor.
Antoine Fuqua es un director capaz. Poseedor del secreto del ritmo trepidante y la violencia justa, nada más le falta eliminar estridencias, cámaras lentas y a algunos personajes que emergen de entre la bruma. Quizá sea SHOOTER su obra grande.
Es inevitable pensar en Lee Harvey Oswald, viendo SHOOTER, en lo más alto del almacén de libros. Y en todos aquellos que buscando ganar el mundo perdiendo sus almas ponen a los pies de los caballos a no sé cuántos corderos disfrazados de lobos. O de vendedoras de romero.
Buen disparo de Fuqua, que donde puso el ojo puso la bala.