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Voto de Una_de_ellos:
7
Comedia Las nuevas normas dictadas por la alcaldesa significan que el sexo, el peso, la altura y la inteligencia ya no serán factores decisivos para alistarse en las fuerzas del orden. Esto abre las puertas de toda clase de chusma, para disgusto de los instructores, si bien es cierto que no todo el mundo estará ahí por elección, como es el caso de Mahoney cuya alternativa era la prisión, y que intentará por todos los medios que le expulsen ... [+]
2 de diciembre de 2007
31 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquellos maravillosos años...ainsss...donde papá, la abuela, el hermano, la hermana, el perro, el canario y algún amigo enchufado se ponían a ver la tele en la sobremesa. ¡Mahoney! Se escuchaba desde la cocina. Y mamá venía corriendo y decía aquello de: "¿otra vez están echando la de los policías?". Y se quedaba con nosotros a disfrutarla entre tortas de aceite y pastas. Con la comida en el esófago aún, y algo de ardentías, pasaban las horas en el sofá.

Y de eso, precisamente, vive el hombre. Y por eso, precisamente, nos encanta el cine. Y es que eso, precisamente, hace que adoremos películas que son una bazofia y las recordemos el resto de nuestros días. Porque hoy, cuando la vemos, muchos de los que solían sentarse en el sofá ya no están, ni tampoco las tortas de aceite; todo se ha perdido y sólo queda este débil recuerdo de una tarde de domingo.

Tatatatatatatatata. Todos los policías se ponen a cubierto ante el sonido de un tiroteo. Es Jones haciendo una demostración a Mahoney de sus habilidades. Pero Mahoney está muy ocupado intentando que el capitán Harris le expulse de la academia, donde por una nueva normativa han llegado a parar individuos como Tackleberry, psicótico amante de las armas, o Hightower, florista empedernido enemigo de la injusticia. Todos ellos, entre muchos más, viven locas y divertidas aventuras, con momentos memorables como el discurso del comandante Lassard, las disparatadas clases de conducción de Hightower o los tangos de dos de los cadetes en La Ostra Azul.

Señoras y señores, Hugh Wilson les invita a pasar una hora y media de diversión, culos y pezones incluidos, para toda la familia. Si no tienen nada mejor que hacer y no les importa quedarse en casa en compañía de la caja tonta, cojan ganchitos o cereales de chocolate y ¡a pasarlo bien!
Una_de_ellos
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