Estrepitoso fracaso de Gregory Nava en lo que ha supuesto su primera oportunidad de trabajar con actores taquilleros y un presupuesto importante. Y es que muchos directores creen que para hacer una buena película simplemente se necesita abordar una cuestión social de actualidad, dejando el resto para la sensibilidad del espectador. Vamos a ver: es muy triste que en México se dé la situación que narra la película, pero mucho más triste aprovechar semejante tragedia para suplir la falta de talento a la hora de contar una historia. El film no tiene ritmo, de forma que el pulso narrativo se pierde una y otra vez no abordando de forma seria y directa el asunto principal. Los personajes no están bien definidos y el desarrollo de la trama es bastante insatisfactorio. Si a eso le unimos que tiene que competir con películas del mismo género de la altura de "Diamante de sangre", Gregory Nava haría bien en esconderse durante cierto tiempo para que el público olvide cuanto antes este desastre, no sea que la industria cinematográfica no vuelva a ofrecerle otro proyecto con las posibilidades que éste ofrecía.