Magnífica película ambientada en el mundillo del póker. La tensión, los nervios, saber ocultar la jugada propia... Todos los elementos del juego están bien retratados en este film, donde uno nunca puede relajarse pues nunca nadie tiene la certeza de ganar al final. El guión es bastante simple: un aspirante quiere destronar al gran campeón. Por lo tanto es el impresionante elenco de actores el que hace grande este film: Steve McQueen, como siempre, muy elegante en su papel protagonista, rivaliza con el gran Edward G. Robinson a ver quién será el nuevo rey del juego. Los secundarios son de lujo: Karl Malden, un tipo hábil pero a la vez miedoso, que pasa por situaciones francamente difíciles para poder salir adelante y Ann-Margret, su espectacular esposa, que tiene un oscuro pasado secreto que Malden sufrirá en sus carnes. Por último destacar la presencia de Joan Blondell, una belleza inocente que desprende una gran frescura en la pantalla, como personaje opuesto al de Margret. El buen gusto del cine antiguo queda patente en este film, altamente recomendable para todo el mundo.