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España España · Pamplona
Voto de Edgar:
8
Acción. Intriga La vida del doctor Richard Kimble, un reputado cirujano con una bella esposa y una lujosa casa en un elegante barrio de Chicago, se desmorona el día en que su mujer es brutalmente asesinada por un misterioso manco. Kimble es acusado del crimen y condenado a muerte. Mientras lo trasladan a la cárcel, el autobús donde viaja sufre un accidente que facilita la fuga de varios presos, entre ellos el propio Kimble. El detective Samuel Gerard ... [+]
24 de junio de 2010
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre los años noventa y la primera década de 2000, se desató una moda en cine, propia de la preocupante falta de ideas de la que hacen gala muchos guionistas hollywoodienses: adaptar exitosas series de televisión del pasado al mundo del celuloide. En este sentido, dos son las películas que destacan sobre el resto: la primera Misión Imposible (la de Brian de Palma) y la película que hoy nos ocupa: El fugitivo de Andrew Davis.

Este realizador nacido en Chicago, es uno de esos especialistas en el buen cine de acción, de los que cada vez quedan menos. Quizá no llegue a la altura del mejor McTiernan o Cameron, pero entra dentro de ese selecto grupo (hermanos Scott, Donner, Tarantino, de Palma, Greengrass, Nolan...) que tanto han hecho por un género muy denostado por aquellos que se las dan de grandes entendidos (por ejemplo, muchos de los miembros de la Academia).

Posiblemente El fugitivo sea su mejor película, pero seguro que muchos recordáis films como Alerta Máxima, A la caza del lobo rojo (donde ya trabajó con Tommy Lee Jones) o el remake de Hitchcock, Un crimen perfecto.

Con respecto al guión, condensar tres años de emisiones televisivas en poco más de dos horas era harto complicado. Para ello se contó, muy acertadamente, con el responsable del libreto de La jungla de cristal, Jeb Stuart, quien en colaboración con David Twohy (Waterworld, La teniente O'Neil) fue capaz de escribir una historia actualizada, que aunaba calidad y grandes dosis de entretenimiento sin ser infiel, en ningún momento, al espíritu original de la serie.

Después está la magnífica elección de actores. Por un lado Harrison Ford es el atormentado Richard Kimble, en una de las mejores interpretaciones de toda su carrera. De hecho estoy convencido de que no ganó el Oscar porque un fenómeno llamado Tom Hanks se cruzó en su camino. Ford se desenvuelve muy bien en el cine de acción (ahí están Han Solo e Indiana Jones para demostrarlo) pero este rol requería algo más: un paulatino cambio de sentimientos desde el dolor provocado por la muerte de su amada esposa, hasta la resolución de hacer justicia, pasando por la consternación producida por ser el principal sospechoso del crimen. En resumidas cuentas, una actuación prodigiosa.

Quien sí se llevó la codiciada estatuilla fue Tommy Lee Jones en su papel de duro Marshall. De hecho su personaje tuvo tanta aceptación que cinco años después se estrenaría una secuela, con él de protagonista en la búsqueda de otro fugitivo: U.S. Marshalls. La verdad es que Jones, a pesar de tener un pequeño punto de villano (en definitiva era quien quería meter entre rejas al bueno) supo dotar a su personaje de ese tipo de carisma con el que se logra empatizar con el gran público.

Completan el reparto rostros conocidos como Sela Ward (la ex-mujer de House), Julianne Moore (Hijos de los hombres, Las horas), Joe Pantoliano (Matrix) o Jeroen Krabbé (007 Alta tensión, Transporter 3).

(Sigo en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Edgar
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