Sorprendente película vampírica en un tono realista, que se desarrolla ni más ni menos que en la fría Suecia de los años 80, donde a un chaval, al que le dan más estopa en el cole que a Ralph Macchio en Karate Kid, conoce a una nueva vecina de su edad, que resulta ser una criatura de la noche.
Cuando salí del cine estaba perplejo, no sabía qué pensar. Me pasó lo mismo cuando ví Lost in Translation, sabía que había visto algo único, y como pasa con el buen cine, las buenos grupos de música, y las buenas fabadas, tardas en asimilarlas.
Con una sorprendente actuación a pesar del mal doblaje, una música increíble, un guión de lo más original y una dirección sublime, se demuestra por enésima vez que se puede hacer buen cine con cuatro duros. A ver si aprendemos de una vez.
Lo único que evita que le ponga un diez es que, como el buen cine sueco, el filme peca de lentitud en algún momento, y hay alguna escena que no está bien justificada. Eso pasa cuando queremos hacer una adaptación fidedigna al cine de un buen libro.
Pero sólo el esfuerzo es de diez. Esta película no te deja indiferente.
De todas formas, esta lentitud que antes menciono, se ve recompensada por un final apabullante. De esos que te hacen querer volver a verla.
Esta peli hace que "Crepúsculo" sea "Sensación de Vivir".