Una película que, aunque me hizo saltar de emoción en mi infancia, consigue sonrojarme en su revisionado.
Cuesta entender la razón por la que, tras una primera entrega bastante seria y respetuosa, hicieran esta bufonada destinada únicamente al público infantil o adultos con pocos dedos de frente.
Supongo que el objetivo sería hacer caja con el neumático Arnold, en una historia absurda.
A los que guardan un buen recuerdo de esta película, les recomiendo que ni se les ocurra revisitar esta pseudo-aventura del cimmerio, sería un día triste para ellos.
El guión parece sacado de un videojuego, en el que hay que recorrer varias fases hasta llegar al monstruo final.
Los personajes son de risa. Particularmente me molestó que mancillaran al personaje del brujo, que casi es comido por unos caníbales. De risa.
Me sigue gustando la incorporación de Grace Jones.
Y recordad, nos deben una peli de Conan, ya que esta no cuenta, o no debería contar.