Hay historias que conmueven por su cercanía a la realidad de nuestros días, la mayoría de veces se trata de grandes descripciones sobre la soledad y la desestructuración familiar. Creo que el cine independiente norteamericano tiene buena mano para hacer este tipo de películas (La Tormenta de hielo)

Una historia de Brooklyn es la crónica natural sin tapujos de una separación. Lo más apreciable y brillante es que el guión no tiene piedad con sus personajes, los destroza y los humaniza al mismo tiempo. Diálogos agresivos e inteligentes, que bucean por todas las sensaciones y confusiones que se viven en situaciones como estas. Jeff Daniels y Laura Linney están sublimes y los actores que encarnan a los dos hijos merecen mención aparte por su creíble e intensa actuación.

Es fantástico que hagan películas como estas: Senzillas pero atrevidas. La película se queda corta y uno sale con ganas de más. Digno trabajo.
ibg