Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de pedrosrn:
9
Comedia. Drama Julio Blanco, el carismático propietario de una empresa que fabrica balanzas industriales en una ciudad española de provincias, espera la inminente visita de una comisión que decidirá la obtención de un premio local a la excelencia empresarial. Todo tiene que estar perfecto para la visita. Sin embargo, todo parece conspirar contra él. Trabajando a contrarreloj, Blanco intenta resolver los problemas de sus empleados, cruzando para ello ... [+]
17 de octubre de 2021
40 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
En El Buen Patrón, Fernando León de Aranoa dibuja de forma extraordinaria el personaje arquetípico del empresario de segunda generación, más presente en la realidad misma que en la ficción propia del mundo literario o cinematográfico, ya no español sino de la subcultura mediterránea o sur europea, tantas veces señalada en occidente como un acervo de segunda clase.

A través de la, una vez más, fantástica, interpretación de Javier Bardem, el espectador llega a empatizar con el hombre —que de cara a la galería se esfuerza por representar con solvencia el papel del buen patrón y marido— cuando en realidad la pantalla muestra todas las aristas de un villano sin más escrúpulos que los socialmente exigibles ni interés distinto al propio (o en ocasiones los de cualquier otra persona siempre que de algún modo, aunque sea tangencialmente, contribuyan a la consecución del primero). Quizá esa empatía se sustenta en que el delineado que Aranoa realiza de Blanco —de nuevo expresado de forma sublime por Bardem en la escena del baño— también permite entrever la humanidad que, pese a todo, se encuentra tras el infame patrón, miserias, miedos e inseguridades incluidos.

Ambos se apoyan, además, en las estupendas actuaciones del resto del elenco en el papel de personajes tan paradigmáticos como el de la esposa modelo, el pelota segundón, la joven becaria sexy e inteligente a partes iguales, el vigilante faldero, la fiel secretaria, el self-made man, el incansable manifestante que llega a erigirse en un David contra Goliat o el infiel arrepentido e inseguro que ha perdido el control de su vida y se empeña en desbarrancar inexorablemente; gracias a los cuales el director y guionista completa su diseño sin fisuras.

En definitiva, una comedia dramática con pinceladas de suspense que, si no se lleva el Oscar, al menos debería quedarse con el aplauso de la crítica.
pedrosrn
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow