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Voto de Scissorhands20598:
8
Ciencia ficción. Comedia. Terror Víctor Frankenstein es un niño que realiza cortos donde su perro Sparky es el protagonista, hasta que este es arrollado por un camión. En su escuela, Víctor aprende sobre el impulso eléctrico de los músculos y se le ocurre usar esa técnica para revivir a su mascota. Por ello, crea un complejo artefacto cuya culminación es una gran explosión de luz que devuelve a la vida a Sparky. Si bien Víctor y su familia aceptan al revivido animal, ... [+]
2 de noviembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras demostrar con la maravillosa “Vincent” su enorme potencial en el mundo del cine, Tim Burton continuaba trabajando como animador para la Disney sin demasiado éxito y comprobando cada vez más que su peculiar “universo” en poco o en nada encajaba con el de la compañía del ratón. Sin embargo, todavía tendría la oportunidad antes de abandonarla de rodar para ella otro delicioso y diferente cortometraje, esta vez de acción real y también homenajeando a los clásicos del terror que tanto le influyeron en su niñez.

Si en “Vincent” los homenajeados eran Vincent Price y sus películas con Roger Corman, en este caso es el ciclo clásico de Monstruos de la Universal al que nos remite la historia. Y muy concretamente al “Frankenstein” de James Whale, de cuyo doctor (Víctor Frankenstein) toma el nombre el niño protagonista de esta historia, que está interpretado por Barret Oliver (el célebre Bastian de “La historia interminable”). Víctor vive feliz con sus padres y con su perro Sparky, por el que siente verdadera adoración y al que hace partícipe de sus juegos y pequeños proyectos (como las películas en Super 8 que graba en el jardín de su casa, aquí tenemos de nuevo la infancia de Burton proyectada en su obra). Un día, Sparky fallece atropellado por un coche y el niño, tras observar en clase de ciencias cómo la electricidad es capaz de conferir movimiento al cadáver de una rana, decide (como buen Frankenstein) intentar devolverle la vida en una maravillosa secuencia que nos transporta directamente a la de la citada obra de Whale, una de las más icónicas y emblemáticas del cine de terror de todos los tiempos.

Víctor (obviamente, si no no habría historia) tiene éxito en su experimento, pero se encuentra con que el “Sparky resucitado” no cuenta precisamente con el beneplácito de sus vecinos, que desconfían y temen a esta nueva “criatura” (que en realidad es “el mismo Sparky de siempre", en palabras textuales de su joven dueño, pues en efecto el animal no muestra ningún cambio con respecto a su comportamiento anterior). Este mismo panorama de vecinos recelosos y que desconfían de todo lo extraño o diferente lo volverá a plasmar Burton unos años después en su obra maestra “Eduardo Manostijeras”, y es una vez más una plasmación de su infancia en un barrio residencial de Burbank donde (al igual que le sucedió después en la Disney) jamás terminó de encajar.

Un delicioso cortometraje (cuya idea retomaría bastantes años después el propio realizador para rodar una película de animación también muy recomendable) y que forma junto con “Vincent” una excelente carta de presentación de un director que daría mucho que hablar en años posteriores y que sorprendería a propios y extraños con su peculiar imaginario y el impacto visual de su cine.
Scissorhands20598
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