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España España · Santa Cruz de Tenerife
Voto de sam:
7
Ciencia ficción. Thriller. Drama Caleb, un joven empleado en una importante empresa de tecnología, gana un peculiar premio: pasar una semana con el dueño de la misma en un lugar remoto en las montañas para evaluar si Ava, un robot-mujer con inteligencia artificial, tiene conciencia. (FILMAFFINITY)
28 de febrero de 2015
46 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Murray Shanahan, fue el profesor de robótica cognitiva que ayudó con el guión de la película. Él y el director de la cinta dicen que querían adoptar un tono en favor de las inteligencias artificiales, en cambio, a mí me pareció todo lo contrario; ya que al abordar el tema ético, describe, en cierto modo, la otra cara de la moneda (del experimento en este caso). No obstante, la premisa del film era muy interesante, y la verdad es que, para mi sorpresa, me encontré con un producto bastante bien desarrollado (buen guión, buena dirección, buenas actuaciones, buenos efectos visuales...).

Trata un tema que va tomando cada vez más importancia en la actualidad, y que debe ser puesto sobre la mesa ya, para discutir sobre dónde deben marcarse los límites de esta tecnología antes de que llegue la llamada "singularidad". Porque cuando llegue ese momento (en varias décadas según Shanahan), el día en el que se cree una inteligencia artificial fuerte que pueda pensar por sí misma, no imitar el pensamiento humano; y que pueda emitir juicios sobre su propia existencia, es decir, que tenga una consciencia que determine esos pensamientos y consiga una completa autonomía...Ya será demasiado tarde; supondrá la evolución del ser humano en sí misma, no podremos competir con ella, ergo desapareceremos, así de dura es la selección natural; nos crearemos a nuestro competidor directo a nuestra imagen y semejanza, no deja de ser irónico.

La cuestión es que aún sabiéndolo seguimos persiguiendo ese objetivo. En la película, el programador multimillonario, Nathan, ante la pregunta del porqué construyó esa I.A., fue muy claro al respecto, y dijo: "¿Acaso tú no lo habrías hecho de haber podido?" y algo así como: "Yo pensaba en ello como parte del proceso evolutivo del ser humano". Ese tono de irreversibilidad nos hace pensar en un futuro escrito, ¿el destino? Puede ser, puede que al fin y al cabo Nathan tenga razón, y que las inteligencias artificiales nos miren dentro de unos años como a "simios que caminaban erguidos condenados sin remedio a la extinción".

Mientras tanto sólo podremos pensar y debatir sobre cómo repercutirá la introducción de esa tecnología en nuestra sociedad. ¿Estamos preparados para ella o viceversa? Yo creo que no, aún sabiendo la cantidad de beneficios que nos podría aportar. Es un tema que se nos va de las manos, que está por encima de nuestras capacidades, y es que no podremos controlar a entidades más inteligentes que nosotros. Nuestra evolución biológica es lenta y a no ser que intervengamos en ella a través de la eugenesia o de la implantación de prótesis biónicas que mejoren nuestro rendimiento (fusión entre humano y máquina), dudo mucho que podamos seguir el ritmo impuesto por nuestros competidores.

Aunque yo sigo preguntándome cómo se le puede otorgar una consciencia a una inteligencia artificial; dudo que la solución esté en la programación informática. ¿En la neurociencia quizás? Y si se consiguiera, ¿qué posición pasarían a ocupar en nuestra sociedad? ¿cómo deberíamos interactuar con ellos? A alguien que piensa y actúa como nosotros, que tiene sentimientos... ¿Sería ético un trato de dominancia aún sabiendo que son creaciones hechas por el hombre? Esta cuestión está muy presente en la película, de hecho es la cuestión del conflicto que alimenta al guión. Hasta dónde puede llegar el sufrimiento en un ser pensante...es triste estar predestinado a sufrir una condición que te es impuesta por otros, y si no que se lo digan a Ava, la co-protagonista del film.

Otra aspecto que me gusta de la película es cómo se juega con el contexto. Esa mansión aislada en esos extensos y solitarios parajes crea una especie de ambiente de tensión exótica que además sirve como un contraste metafórico que refleja la condición de una inteligencia artificial sometida como un mero objeto experimental sin libertades. ¿Hasta qué punto la investigación de Nathan era ética? No se puede responder con certeza a esa pregunta sin saber lo que conlleva técnicamente un experimento como ese, aspecto con el que, obviamente, se lavan las manos.

No obstante, si hay alguna pega que ponerle a la película, ésta va a la narración. Dos partes no me terminan de convencer; su tramo final, que peca de previsible; y el inicial, que omite demasiado. Es cierto que la película se ciñe estrictamente a lo que quiere contar, pero haber indagado en el protagonista un poco más no habría estado mal.

Sin embargo, y ya como conclusión, es un entretenimiento de primera; hace uso de algunos diálogos muy buenos, que invitan a la reflexión. Además de tener un desarrollo ágil que no deja al espectador indiferente en ningún momento, con algún que otro pequeño giro de guión. La recomiendo, y más si te gusta la ciencia ficción.
sam
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