Si algo es La Vida de Brian, es una obra llena de positividad en la que el principal objetivo es hacerle llegar al espectador de que pase lo que pase, es mejor tomarse las cosas con humor antes que sufrir por ellas.
La vida de Brian es el mejor ejemplo de que la forma más efectiva de hacer humor es la más sencilla. No es necesario burlarse de nadie ni faltar al respeto de ninguna persona para conseguir una carcajada. Sólo es necesaria la inteligencia y una buena dosis de originalidad. Es una parodia de la vida de Jesús, pero para ello, no necesita ridiculizar a dicho personaje, sino que inventa otro nuevo que sufre situaciones parecidas. Brian, el protagonista, será el encargado de formar la historia principal de la película y de ir uniendo unos gags con otros hasta llegar al final.
Pero no todo en esta película son risas. También es La Vida de Brian una gran crítica a la política en general. Y digo en general, porque toca todos los palos: desde el “dictador” Pilatos ridiculizado, pasando por los diversos grupos que van en contra del poder cuyos nombres se asemejan bastante y que en vez de luchar contra el enemigo común acaban matándose entre ellos mismos y llegando hasta el extremo de la persona que vive torturada pero feliz por ver en el poder a sus elegidos o de los inconformistas que no son capaces de reconocer las cosas buenas que hacen los demás.
En definitiva, La vida de Brian es una obra maestra del género del humor en donde queda demostrado que no es necesario rebuscar demasiado para conseguir una carcajada, y que con sólo cambiar un poco nuestro punto de vista habitual podremos conseguir grandes cosas.