No soy un entendido en La Biblia y menos en el Antiguo Testamento, pero ésta película se me antoja un poco como éstos, sin sentido. Más allá de que creo que Darren Aronofsky tergiversa la historia para llevársela por el camino que quiere, hacia rutas incomprensibles, reinventando a su antojo tramas y personajes bíblicos, me parece una película que comienza bien y que se desmadra según avanza y pierde el sentido, centrándose más en un drama familiar que en la lógica de la historia. Somos muy mayores todos para saber que para tener hijos hacen falta un padre y una madre y que el incesto no es precisamente muy del agrado de Dios.

Por otro lado, como en el fondo es una historia clásica y Aronofsky tiene que demostrar que es un autor, se empeña en meter por el medio una especie de videoclips con un rollo hippie que sólo me hacen pensar que a éste hombre se la ha ido la olla.

No comprendo como el autor de "Requiem por un sueño" y "Cisne negro" ha llevado hacia delante ésto, que es más propio del peor Ridley Scott.

No soporto a Russel Crowe pero Jennifer Connelly fue, es y será siempre una diosa.