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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
4
Thriller Nueva Jersey. Joey Gazelle (Paul Walker), hombre casado y padre de familia, lleva 10 años siendo sicario de la banda italiana de los Perello. Sin embargo, cuando Joey, desobedeciendo las instrucciones de la banda, se niega a deshacerse del arma utilizada en el asesinato de un policía corrupto durante una operación fallida de venta de drogas, coloca involuntariamente a su familia en una situación peligrosa. (FILMAFFINITY)
24 de agosto de 2007
43 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
1ª PARTE: Tacos

- Tiene dos horas para contar una historia de gángsters con muchos tacos.
- Uhmmm... ¿dos horas? No sé que podré hacer, pero de momento empezaré a anotar los tacos: Joder, hijo de puta, cabronazo, mierda, hostia puta, puto, coño...


2ª PARTE: La prueba de lo que hace la drogadicción

"Running scared" no es una de esas pelis que resultan inverosímiles por su giro final no. Te puedes empezar a descojonar con ella desde un buen inicio, porque el comienzo ya es para mear y no echar gota.
Veamos.. la historia va de dos grupos de gángsters que están cerrando un trato en una habitación cuando, de pronto, aparecen unos tipos con pasamontañas y vestimenta negra armados hasta los dientes... oh, ¿quienes serán? bueno, eso es lo que se debieron preguntar nuestros amigos mafiosos entre los que se encuentra el prota después de liarse a balazos con ellos, para luego coger una placa y decir "aiba, la pasma", ¿no me jodas? menudo alarde de inteligencia macho, a lo mejor esperabas a los de telepizza, o a los cazafantasmas, cosa que cuadraría bien dado el surrealismo del que hace gala esta pieza del thriller de nuevo cuño.
Acto seguido, le dicen al prota que se deshaga de la pipa con la que ha matado varios polis, pero... ¿por qué iba a hacer él eso? ¿deshacerse de una pipa? que va hombre, que va... mejor la guardamos en el sótano, donde hay dos sticks que probablemente sean de su hijo y su amigo, que han estado jugando por allí, en cambio, ellos no están, ni en la habitación, ni en ningún lugar, guardemos el arma sin preguntárnoslo, que nos vean y hayamos hecho bien el primo.
Como es evidente, uno de los dos zagales la coge (el invitado) y le dispara a su padre una vez en casa. Luego llegará una carrera por ver qué situación es más estúpida, inverosímil, gilipollesca o patillera. Y eso lo hace la drogadicción, como no.

Lo que también hace la drogadicción, es que luego nos hallemos con detalles como los que posee esta mierda, donde para enfocar un cartel que nos avisa que el suelo está mojado, observamos dos leves parpadeos y una especie de cambio en el tono de la fotografía.
Pero no sólo eso: También hallamos flashbacks metidos con calzadorazo que no sirven para absolutamente nada y que sólo justifican el malgasto de presupuesto (como la reconstrucción del tiroteo hijo/padre), planos encajados con vaselina que nadie sabe de donde vienen ni qué coño pintan ahí y cosas por el estilo que no hacen más que distraer la atención ante un pésimo y lamentable guión.

A parte de eso, están las topicadas del género habidas y por haber, como una pistola que da la vuelta a la ciudad en 80 min. con tal de que no la halle el bueno, el ruso al que se le escapa el hijo y en lugar de correr tras él suelta un contundente "ULAG!!" con lo cual, cuando empieza a perseguirle, el niño ya está bien escondido y, como no, el giro final de marras que no hace más que transformarlo todo en algo tan surrealista como risible.

(Sigue en Spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Grandine
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