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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
8
Drama. Bélico Segunda Guerra Mundial (1939-1945) Frente Oriental. Iván, un niño ruso de 12 años, cuyos padres murieron durante la invasión nazi, trabaja espiando a los alemanes. (FILMAFFINITY)
11 de diciembre de 2008
86 de 92 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es una película de terror y, sin embargo, es uno de los cuentos más terroríficos y bellos de la historia del cine.

Iván resulta tajante como una navaja. Su mirada es severa y sus gestos tienen brío. No posee rasgos marcados y su cabellera es amarillo oro, pero con cada paso y cada imponente movimiento cuando el desacuerdo es súbito, parece que los cimientos de la tierra vayan a temblar. Porque pese a su corta estatura, las facciones de su cara se intensifican y parecen clamar venganza. Una venganza que, quizá, ni él mismo entienda.

Iván ha cruzado el río de orilla a orilla. Algo inconcebible para muchos, pero otro reto añadido para él. Tarkovsky muestra ese río, y esa ciénaga que recorre Iván desde una óptica casi imperceptible, que nos transporta al mismo lugar por donde pisa, por donde, cauto, intenta llegar a algún lugar, sano y salvo.

Iván sueña muchas noches, sueña con épocas pasadas, y construye momentos de felicidad que ya acontecieron o que le gustaría haber palpado en un momento oportuno. Y todos ellos están acompañados por unas soberbias composiciones, bucólicas, imaginativas, inspiradas y subyugantes. Composiciones repletas de ensoñación, para lo que son, para lo que representan.

Pese a todo ello, Iván aún tose cuando bebe, su cuerpo es reticente al alcohol, todavía se maneja tembloroso en ocasiones, ante la magnitud de lo que tiene delante e, incluso, se levanta durante las noches, sudoroso, por las pesadillas de un pasado marcado por la tragedia. Puede que porque Iván aún no sepa ante qué está, pese a su seguridad, pese a su carácter, y es que sigue siendo un niño, lo quiera o no, y jamás podrá llegar a comprender el tamaño de las acciones que alimentan sus temores, dudas o decisiones, hasta que no llegue a un punto álgido en su adolescencia. Por desgracia, hay momentos que nunca llegan. Y es que, querer ser un hombre antes de tiempo, nunca trajo buenas consecuencias.
Grandine
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