Y no una, sino varias veces, pero nada, en ninguna de ambas ocasiones he podido terminar de ver "Habana blues" y es que, servidor no puede con este dramón de sobremesa dominguero... ni con ello ni con esas secuencias sentimentaloides y exasperantes cuyo uso de la banda sonora es verdaderamente esperpéntico, ni con esos momentos que, de tan redondos, resultan artificiales (porque a mi, eso de ver como tres tipos se comunican en una secuencia, y mientras dos hablan otro tiene cara de palo, puesss como que no...) ni con esa historia que ni profundiza ni parece llegar a ninguna parte.

También me importan un bledo cada uno de sus personajes, pues salen y entran en escena con frenesí y a uno no le da tiempo ni siquiera de empaparse de lo que nos están contando, además de que pocos alicientes le veo al film que no sean los mil veces vistos, como bien menciona el compañero InsaneArtist.

Los actores, ni me vienen ni me van, hacen lo que se les manda y poco más, cuando tocan lagrimitas pues unas lagrimitas por aquí, cuando hay que discutir, por lo menos no sobreactúan, y por lo demás es una propuesta que hubiese pasado inadvertida, de no ser porque el director es Zambrano... pero bueno, ya se sabe como van las cosas hoy en día, quien no tiene un apellido, no moja... jeje