"AzulOscuroCasiNegro" nos la habremos tragado más de una vez, y desde esa perspectiva es posible que la historia resulte típica o algo trillada, pues tanto su historia amorosa, como las subtramas que se van exponiendo a su alrededor, no resultan novedad visto lo visto, aunque el relato quiera discurrir por otros derroteros bien distintos.
De todos modos, lo que verdaderamente hay que premiar tras ver este interesantísimo film nacional, es la inteligencia de Sánchez Arévalo en el momento de desarrollar el entramado, otorgando una magnífica vivacidad a cada una de las secuencias que la conforman, sacando provecho de un elenco actoral, aunque casi novel en su mayor parte (prácticamente la mitad de actores provienen de series y poseen la justa experiencia), enormemente atinado y complementándolo con una fotografía que, además de ser bastante buena, ofrece al realizador la posibilidad de dotar de buenos juegos de cámara, y una BSO que ofrece un buen contrapeso.

Quizá lo mejor de todo, además de la perspicacia de Sánchez Arévalo al jugar sus cartas, sean esos tintes cómicos que posee la obra en determinados momentos, y un mensaje, que habiendo sido mostrado ya otras veces, resulta sumamente optimista y esperanzador tras un debut que parece sombrio y acallado.
Las interpretaciones también son un gran trabajo de complementación por parte de los actores, destacando el muchacho protagonista: Quim Gutiérrez, además del séquito de secundarios como el resultón Raúl Arévalo (muy lejos de su papel de "El camino de los ingleses"), un solvente Antonio de la Torre y Marta Etura, que da buena hendidura dramática a su papel. También cabe destacar a Hector Colomé, sencillamente genial su actuación.
De esas que son para ver y disfrutar.