Haz click aquí para copiar la URL
España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
4
Drama Tras abandonar Dogville, Grace se dirige con su padre a Manderlay, una plantación de Alabama, donde ambos son testigos de los horrores de la esclavitud y la segregación. Segunda parte de la trilogía "Visiones de América", en la que el director danés ofrece su punto de vista sobre un país que nunca ha visitado. (FILMAFFINITY)
28 de mayo de 2008
49 de 89 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de la más que interesante “Dogville”, Von Trier continua su trilogía con “Manderlay” en lo que parece ser un simple y triste boceto del talento demostrado por el director danés en su anterior obra. Ya que, si en aquella nos veíamos sumergidos en situaciones de un dramatismo bastante logrado y en algún que otro vuelco de guión para mostrarnos la naturaleza humana, aquí nos encontramos con una trama infinitamente inferior a la de su predecesora, además de ser sumamente esquemática y, en ocasiones, demasiado infantil.

La historia, desde un buen principio, ya resulta forzadísima y, durante todo el transcurso de la misma, es presente en ella un enorme maniqueísmo que destapa los peores defectos de esta endeble cinta. A ello, se le suman algunos diálogos tan burdos como desafortunados aunque, de vez en cuando, hallemos reflexiones mínimamente interesantes que saben captar la atención del espectador.

Otro de los puntos débiles del film son sus personajes y su estética. En primer lugar, lo que en Dogville resultaba novedoso y sorprendente, aquí ya resulta exasperante a niveles descomunales, pues el empacho de la voz en off y el minimalismo de los decorados ya no ofrecen ninguna sensación mínimamente atrayente o sugestiva. En segundo lugar, nos topamos con unos personajes que nada tienen que ver con los del primer volumen de la trilogía, pues empezando por su protagonista (interpretada por una, en general, sosa Dallas Howard), que parece haber perdido su carácter y no resulta ser más que un mero esbozo de la bien elaborada Grace con la que nos topábamos en “Dogville”, y terminando por el padre de la misma (interpretado por Willem Dafoe), cuyo personaje no se sustenta por ningún lado, podemos entrever como el nivel es bastante inferior. Solo destacaría a Danny Glover en su actuación que, aun sin tener un papel demasiado interesante, lo saca adelante con empeño y ganas.

En último lugar, también hay que decir que la labor del director en esta película es harto mediocre, pues la cinta se torna en ocasiones un tanto tediosa y puede llegar a aburrir por su carencia de ritmo en algún que otro tramo. Y, por si eso no fuera poco, Von Trier intenta dar un giro final realmente infame, tramposo y cogido con pinzas, donde ya deshecha lo poco bueno que pudiera haber tenido esta obra que, aun y conteniendo ciertos aspectos críticos, no aporta demasiado ni muestra nada relativamente nuevo. En conclusión, una verdadera lástima echar a perder así una cinta que podría haber dado para mucho más.
Grandine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow