Camino es una muchacha que, educada bajo unos parámetros concisos, sonríe cada vez que la apoyan ante la adversidad, y abre esos preciosos ojos en señal de agradecimiento, dando a ver que aprecia infinitamente todas esas muestras por parte de las personas cercanas a ella que están a su lado más que nunca. Y te la crees, porque en una familia donde se imparten esas doctrinas, puede suceder, más viniendo de una mente maleable como es la de una niña.
Su madre, es una de esas personas fanáticas empeñadas en seguir, con rectitud y decoro, el camino que les ha marcado su señor. Una persona que no tiene reparos en manipular si es necesario, o en mentir siempre y cuando sea para proteger a sus pequeñas del mal influjo que cualquiera pudiese ejercer sobre ellas. Y también te la crees, porque por desgracia existe gente así, que no daría su brazo a torcer y, para colmo, haría o desharía a su antojo. Hasta ahí todo bien.
El padre, uno de esos tipos que no osan ofrecer una réplica o batallar un poco por aquello que creen conveniente, en un principio. También te lo conoces. En este país los hay, tíos que se dejan manipular porque carecen de carácter. Porque no, claro. Pero luego le sigues viendo, y el tipo aguanta, aguanta, aguanta, aguanta y aguanta, y se convierte en una parodia de si mismo, porque ya no se trata de verosimilitud o no, se trata de que, queriendo radicalizar ese personaje, lo único que se obtiene es una caricatura. Y su final es más caricaturesco todavía, que una cosa es manipular, y la otra reirte a mandíbula batiente del espectador. Eso sí, como personaje, buenísimo y un cacho pan, de esos que da gusto oír (si no fuese por la situación que tiene delante).
Acto seguido, aparecen más caricaturas: La niña pija y mala del cole, que cada vez que sale dentro de cuadro, es en posturas macarriles, comiendo chicle, poniendo cara de me importa todo un pijo, y símiles. Que sí Fesser, que sabemos que las pasotas son así, ¡¡pero también reposan, coño!! Tampoco se queda atrás la amiga cotilla, que es peor que chuparte cualquier programa del corazón un mes entero, y resulta ridícula...
Quizá el único secundario que se salva de la quema, es el chaval ese llamado Jesús, pero es que con esa cara de palo, no serviría ni para dar pena en el metro, por Dios...

Una vez analizados los personajes, se puede hablar de la historia y sus vertientes: Los sueños o pesadillas (según se vea) que el cineasta español dirige con enorme trazo, dan un aire distinto a "Camino" y le restan un poco de convencionalización, a la par que dotan de otra envergadura a la película, y aunque en un principio esté todo bien llevado, con una narración pulida, aspectos más comunes pero que no desentonan y demás, hasta ahí la ves con gusto. Luego es cuando llegan las bombas lacrimógenas de Fesser, y es donde la caga, amen de no respetar la historia original (lo del padre es totalmente incierto, no es más que un pésimo truco.)


(Termina en el spoiler)