Nunca entenderé esa obsesión que tienen los extraterrestres de todo tipo y todas las partes del universo de invadir Estados Unidos, habiendo otros países, en nuestro planeta, con cultura y gastronomía mucho más interesante. Bromas a parte, esta particular batalla naval entre humanos y marcianos, con cierto parecido a Transformer, aspira a la nada, ya que de poco sirve tener unos efectos especiales bastante buenos si después la trama de la película no supera a la emoción que suscita Dora la Exploradora, que en niños de tres años es bastante alta. Por otro lado, hay que mencionar también la mala y tan poco necesaria actuación de Rihanna. Dedícate a cantar que al menos eso te da de comer.