Película de juicios, asesinatos, superabogados, giros argumentales "inesperados", reparto coral de caras conocidas, etc. Todo esto lo hemos visto ya, sólo faltaba que la película estuviera basada en una novela de John Grisham (¿lo está?) pero el caso es que la mezcla de clichés está bastante bien lograda. Esta vez no estamos ante una película de sobremesa de Antena 3.

Los actores están estupendos en su mayoría (para mi, sólo con ver a William H. Macy y a John Leguizamo ya tengo bastante) y la historia es entretenida aunque no sorprenda. El ritmo no decae en toda la cinta cosa que es bastante para el cine que se hace hoy en día.

No es una película para el recuerdo ni mucho menos, pero no se pierde el tiempo viéndola.