Vaya por delante que no soy ningún erudito cinéfilo que se las da de metafísico con películas orientales en versión original. Lo único que le pido al cine es que, aparte de entretenerme, me aporte algo más ya que como expresión artística que aglutina literatura, fotografía, teatro, diseño, tecnología, etc. debe intentar ir siempre un poco más allá. Como mínimo producirte alguna sensación (a favor o en contra), pero algo.ç

Antes de ver El Árbol De La Vida había disfrutado enormemente, sobretodo en los segundos visionados, de las cuatro anteriores películas de Malick. Sobretodo de La Delgada Línea Roja. Y no tenía ni idea a cómo iba a responder a esta película tras haber leido y visto tanto sobre ella. La verdad es que casi todo iba en contra de la cinta ya que el cartel que sacaron en los telediarios de un cine diciendo que no devolvían el importe de las entradas no abandonaba mi mente.

El caso es que desde el segundo cero que me puse a visionar esta personalísima obra de arte me quedé hipnotizado y enganchado. No se me ha hecho pesada (quizás el final un poco) y estaba ansioso por ver qué sucedía y por disfrutar de unas imágenes cautivadoras y bellas ya que Malick logra unos planos que me parecen totalmente únicos y personales. Logra desfigurar (para bien) cualquier objeto o persona mostrándolo de una manera nunca vista, al menos por mi.

La película es bella y distinta a cualquier cosa que puede verse. Seguro que me he perdido miles de interpretaciones por mi escasa cultura poética (como dicen varias críticas) pero he disfrutado enormemente de esta historia.

No recomendable para cualquiera pero una cinta que hay que intentar ver al menos una vez en la vida, al nivel de 2001 Una Odisea Del Espacio.