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Voto de Alejandro:
10
Cine negro. Intriga. Drama En los oscuros años de la Gran Depresión, Michael Sullivan (Tom Hanks) es un asesino a sueldo que profesa una lealtad inquebrantable a su jefe, el señor Rooney (Paul Newman), pero es también un buen padre de familia. Son tiempos duros en Rock Island, donde domina la mafia irlandesa, la Ley Seca sigue vigente y los gángsteres, especialmente Al Capone en Chicago, están en la cima del poder. Un día, inesperadamente, el hijo de Sullivan, ... [+]
10 de julio de 2010
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Camino a la perdición es un perfecto exponente de lo que es el cine negro. La he visto varias veces y siempre termina cautivándome. Es una película negra, dramática, con unos personajes que viven al límite y que siempre han vivido en un mundo peligroso, duro, cruel y amargo como es el mundo de los gangster. Aquí vemos cómo ese mundo termina pasándole factura a uno de sus personajes, en este caso el de Tom Hanks, que hace por cierto una actuación maravillosa.

Una decisión equivocada, un error cometido por un niño inocente que lo único que quiere es conocer mejor a su padre y saber en qué trabaja provocará un terrible espiral de violencia y muertes, una verdadera tragedia que rodeará a un padre y a un hijo en un camino incierto y verdaderamente peligroso. Este camino servirá para que padre e hijo se conozcan. No solo es una película de cine negro, es también la historia de un padre y un hijo, es un drama muy profundo que refleja el interior destrozado de unos personajes que no saben hacia donde van.

La película tiene un tono descolorido, propio de la negrura de la historia y que también se puede relacionar con el estado de los personajes. Es una película sombría, bastante dura en la temática, de una melancolía y una nostalgia pocas veces tan bien reflejadas. Es imposible no emocionarse con la historia y con unos personajes con los que caminas sin rumbo, esperando siempre nada bueno para ellos debido a la crueldad y al sadismo que les persigue encarnados en el increible personaje de Jude Law, que junto con Tom Hanks y un viejo pero maravillos Paul Newman, completan el triángulo principal de la película, sin olvidarnos del niño, que es quien nos cuenta en realidad la historia en la que se vieron inmersos su padre y él.

Otro de los elementos fundamentales de esta película es la música, que es maravillosa y hace que respiremos en muchos momentos la emoción y la emotividad que transmiten la película. En definitiva, es una excelente película, con un guión bastante bueno, y con un final que no os dejará indiferente. Los sentimientos, la emoción, el drama personal de cada personaje, la violencia encarnada por la muerte y la poesía hecha imagen con una música de fondo inolvidable son algunos de los muchos elementos con los que disfrutaréis en esta obra maestra, que cuenta también con una fotografía realmente buena.
Alejandro
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