Existe, entre los seguidores del cine clásico, una negativa corriente, llamémosla obstinada o cerril, que se empeña en descubrir directores (al estilo de "Cahiers du cinéma") ya conocidos por casi todo el mundo, que ya se sabía que eran buenos, pero que estos nuevos lumbreras, pseudocríticos más allá del bien y del mal, se empecinan en presentar al inocente espectador, como egregios y magníficos realizadores cuya filmografía es practicamente perfecta. Y claro, no es así, GENIOS se cuentan con los dedos de una mano (Capra, Hawks, Wilder...) y también cometieron errores.
Jacques Tourneur es un buen director, extraordinario creador de atmósferas, virtuoso de la puesta en escena y, que cuenta, con excelentes películas como "La mujer pantera", "El halcón y la flecha", "Stars in my Crown" o "Una pistola al amanecer". Lo que es indecente, a mi modo de ver, es que le pretendan a uno vender la moto de que todas sus películas son excepcionales. De eso nada. Las tiene mediocres "The leopard man", "Noche en el alma", "Stranger or Horseback"; enrevesadas "Berlin Express"; cargantes "La noche del demonio" e incluso horrorosas "La ciudad sumergida".
Sobre "Nightfall" -en español "Al caer la noche"- escribe un erudito del séptimo arte en su "Guía del cine" lo siguiente: "Excelente película de ritmo vibrante". No creo que este señor la haya visto. Ni es excelente, ni mucho menos vibrante (ni en ritmo ni en 'ná'), ni es verosímil, ni tiene buenos actores (se salva la gran Anne Bancroft) ni logra pasar de ser un film aceptable.
A ver si algunos dejan de creerse los reyes del mambo.