Despues de mucho tiempo de estrenada, comentada y nominada, finalmente fui a ver a la niña consentida de las películas argentinas de los últimos tiempos.Ya había visto algunas escenas por la web, sabía mas o menos con qué me iba a encontrar y me dije a mi misma que no podía dejar de ir a verla (y menos si conseguía entradas con descuento a pocas cuadras de mi casa).
Con la introducción no dejé muy en claro si me gustó o no. Así que podría darle vueltas a la cuestión hablando de las características del film, del argumento (los argumentos en este caso), las actuaciones, su director, la nominación a la estatuilla hollywoodense y a su éxito en general. Pero ¿lo digo rápido? Ok, voy a ir al grano: me pareció otra buena serie televisiva de Damian Szifrón. Visto y considerando, podría decir que si Los Simuladores se hubiese llevado al cine, es posible que rompiera taquillas en vez de rating. No queda en la lista de mis películas favoritas. Ni siquiera de mis películas favoritas vistas en el último año. Ni siquiera de las que vi durante el último mes.
Este relato (no se si salvaje pero si bastante despojado) lo hice hace unos días. Lo dejé en el párrafo anterior porque venía la parte en la que tenía que "argumentar" mi opinión y no era de lo que tenía ganas en ese momento, ni tampoco tenía muchas herramientas más que la impresión que la película me había dejado. Igualmente vi que me sirvió el paréntesis porque le hice leer lo que había escrito a un par de amigos y ambos me dijeron mas o menos lo mismo, que se resume en un "lo mataste (a Szifrón)". Sobretodo esto último me dió animos no solo para seguir escribiendo el post sino para hacerlo en vistas de tratar de aclarar lo que realmente quise decir. En primer lugar, no lo estoy "matando" a Szifrón (quien debe estar sumamente preocupado). Cuando dije que me pareció otra buena serie televisiva de este autor y que pienso que si Los Simuladores se hubiese llevado al cine habría sido un éxito de taquilla, pensé que estaba hablando bien de Szifrón. Me parece que hace buenos guiones, buenos "productos", y por otro lado banco la posición que sentó una vez en la mesa de la señora de los almuerzos. No es eso, no lo mato a Szifrón porque por varios motivos me parece muy interesante. Pero lo que sí está claro, es que como realizador cinematográfico, parece que no me llega. Aunque empezó siendo de mi agrado con En el fondo del mar, no me pasó lo mismo con Tiempo de valientes, una película que le gustó a todas las personas con las que hablé del tema, sientiéndome una paria al decirles que "no me gustó". Partiendo de esa base, al hablar desde ese lado, no se puede esperar que me haya gustado Relatos Salvajes, simplemente, porque no es el tipo de película que me gusta (¿qué tipo de películas me gustan? no se, las que me gustan, y no es el caso).
Uno de estos amigos a los que le mostré mi primer párrafo y a quien le intentaba explicar con un "me pareció que mezclaron todos los ingredientes para hacer un éxito", me mostró una nota que le hicieron a Axel Kuschevatzky (productor del film) en la que al hablar de la estrategia de marketing que usaron para posicionar la realización dice: "lo primero que hicimos fue linkearla con Los simuladores, porque la serie de Szifrón tiene un público amplio y muy fiel" y que "el objetivo era muy claro, queríamos que Relatos... se convirtiera en un evento multitarget, que se transformara en algo más que una película, en un fenómeno social, que se instalara como la discusión de oficina del lunes por la mañana.". Si bien no está claro si este proceso se hizo previo, durante o solo despues de la filmación, no importa, la cuestión es que para mí atraviesa a Relatos Salvajes por todos sus poros, y que se note, de alguna forma.... me molestó (acá viene la parte en la que no quiero sonar pretensiosa aunque sé que sueno así...eso tambien me molesta). Cada historia quiere atrapar a un tipo de expectador y si bien el tema central se refleja en cada uno de los episodios y es una idea (la de escarbar en lo más básico del comportamiento humano) que a priori me atrae, la carga de ver a actores y actrices que me gustan representando un tema que me interesa, junto con reflejos del cine de Tarantino que en otro momento de mi vida supo atraparme más la cuota de humor que a veces me parece acertada para cortar la densidad de algunas situaciones, todo eso, pero junto, demasiado junto, provocó que cada uno de los tipos de expectador que están en mi no se hayan puesto de acuerdo.
Pero quiero rescatar otra de las cosas que dijo Kuschevatzky: "El sistema tiene que tratar de proteger la existencia de películas que no son masivas. Creo que debe ser así. Hay que contribuir en sostener ambas cosas." Así que si Relatos Salvajes sirve para sostener a otras realizaciones, bienvenida a la masividad (aunque a mi relato salvaje interno la película le pareció un buen entretenimiento pero que ni por asomo quedará en la lista de mis películas favoritas... ni siquiera de mis películas favoritas vistas en el último año... ni siquiera de las que vi durante el último mes).

The End