Ángeles y demonios. La silla.
El cielo sobre Berlín. Pactar con el diablo. El corazón del ángel. Matrix. Blade. Yo era ateo, pero ahora creo porque un milagro como tú ha tenido que bajar del cielo. En busca del arca perdida. Sacrificio.
El diablo cuando se aburre mata moscas con el rabo. Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
¿En un pulso quién ganaría Dios o el Diablo? ¿Si el diablo es Peter Stormare, Steve Buscemi es Dios, quién es mejor peor actor?
El exorcisto/Estirando el chicle.
Es un pobre diablo.
Apasionante recreación religiosa que mezcla con algarabía albricias alicia en el país de las maravillas y ciencia enciclopédica sincrética lo más riguroso teológico bíblico y lo sandunguero esotérico libidinoso poco por decir algo y no arredrarnos, vamos tirando, haciendo tiempo, matando el rato, nos liamos la manta la cabeza, qué pasa.
Es la repanocha.
Gran espectáculo filosófico folclórico bacteriológico.
Un festín del disparate como herramienta de conocimiento o indagación en la realidad para qué más. Santo Tomás.
Abierto hasta el amanecer y, también ya de paso, toda la puta noche.
¿Si la hermana estaba loca y la otra del demonio embarazada, y sin casarse, menuda zorra, quién es por lo tanto el cancerbero, ese bastardo?