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Voto de Ferdydurke:
2
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Bélico. Drama
Crónica sobre la guerra del Golfo: imágenes de pozos de petróleo ardiendo en la noche, reclutas ruidosos y llenos de entusiasmo, pero también atemorizados ante la idea de toparse con el enemigo en cualquier momento; chicos que juegan al fútbol con las máscaras antigás puestas, mientras esperan el correo. Sin embargo, en esta situación infernal nacen grandes amistades y lealtades incondicionales. Así nació la hermandad de los “jarheads” ... [+]
7 de agosto de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eraserhead.
Como primates orangutanes dos horas, no se puede alcanzar mayor grado de cretinismo, imposible, el nirvana de la idiotez, no pueden ser más gañanes, garrulos, cazurros, patanes, soeces, zafios y estúpidos. ¿Qué interés puede tener eso? Mostrar la miseria humana hasta la última hez, bueno, la basura desvelada (aquí ni siquiera, es fabricada) puede tener su cierto interés educativo, informativo, así somos, nada nuevo bajo el sol, pero no nunca adornada con esa chulería adolescente insufrible histérica, con esa seriedad de chichinabo, esa solemnidad agilipollada, qué espanto, qué carga.
La única buena escena es aquella de las Valquirias helicópteras y la cortan los cabrones. Ta..ta..tatarata...ta... Y cuando se escucha a The Doors también nos los quitan, qué poco dura lo bueno la alegría en este cochino mundo.
Hasta las ínfulas existenciales esperando a godot el desierto de los tártaros el extranjero quedan arrumbadas por todo lo demás, desde la utilización de la música en el más puro sentido videoclipero malo hasta la voz en off que quiere epatar impresionar al personal como si no hubiéramos visto ya la chaqueta metálica, lo del principio es calcado en cutre, da apuro, parece parodia de los morancos, un sketch de cruz y raya, o platoon precisamente, por ejemplo, para ir abriendo boca.
Luchando contra sombras para nada (para por los gerifaltes, por el petróleo la pasta), haciendo el ridículo, esclavos, chicos de los recados, tontos in(útiles), carne de barbacoa, bobos (in)necesarios. Hispanos, negros y basura blanca lo mejor de cada casa.
Dios mío en qué manos estamos, esta gente y estos críos son los que nos gobiernan o dirigen, nuestros amos, sí bwana, a sus pies señora, lo que usted mande, para servirle serviles las 24 horas del día abiertos de par en par por un módico pecio las migas las sobras, los que nos dicen lo que tenemos que pensar creer decir sentir vestir follar comer hacer, tomo nota, al pie de la letra, sí a todo. Y luego nos quejamos. Poco nos pasa. Pabernos matao.
Como primates orangutanes dos horas, no se puede alcanzar mayor grado de cretinismo, imposible, el nirvana de la idiotez, no pueden ser más gañanes, garrulos, cazurros, patanes, soeces, zafios y estúpidos. ¿Qué interés puede tener eso? Mostrar la miseria humana hasta la última hez, bueno, la basura desvelada (aquí ni siquiera, es fabricada) puede tener su cierto interés educativo, informativo, así somos, nada nuevo bajo el sol, pero no nunca adornada con esa chulería adolescente insufrible histérica, con esa seriedad de chichinabo, esa solemnidad agilipollada, qué espanto, qué carga.
La única buena escena es aquella de las Valquirias helicópteras y la cortan los cabrones. Ta..ta..tatarata...ta... Y cuando se escucha a The Doors también nos los quitan, qué poco dura lo bueno la alegría en este cochino mundo.
Hasta las ínfulas existenciales esperando a godot el desierto de los tártaros el extranjero quedan arrumbadas por todo lo demás, desde la utilización de la música en el más puro sentido videoclipero malo hasta la voz en off que quiere epatar impresionar al personal como si no hubiéramos visto ya la chaqueta metálica, lo del principio es calcado en cutre, da apuro, parece parodia de los morancos, un sketch de cruz y raya, o platoon precisamente, por ejemplo, para ir abriendo boca.
Luchando contra sombras para nada (para por los gerifaltes, por el petróleo la pasta), haciendo el ridículo, esclavos, chicos de los recados, tontos in(útiles), carne de barbacoa, bobos (in)necesarios. Hispanos, negros y basura blanca lo mejor de cada casa.
Dios mío en qué manos estamos, esta gente y estos críos son los que nos gobiernan o dirigen, nuestros amos, sí bwana, a sus pies señora, lo que usted mande, para servirle serviles las 24 horas del día abiertos de par en par por un módico pecio las migas las sobras, los que nos dicen lo que tenemos que pensar creer decir sentir vestir follar comer hacer, tomo nota, al pie de la letra, sí a todo. Y luego nos quejamos. Poco nos pasa. Pabernos matao.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero hombre, de ébano jefazo, haber dejado matar a alguien al pobre nene, que no se vaya de vacío, niño malo, a mimir sin cenar. Normal que se muera poco después, eso no hay quien lo aguante en pie, llora.
Oh, tío, cuidado conmigo que estoy to loco, que te enseño la pistola y la monto gorda la lío parda y me la saco, también la polla, y me pajeo aquí mismo en directo a voz en grito como un mono qué malas son las mujeres que en cuanto te das la vuelta se follan hasta los picaportes, ojo que soy un tipo duro, me salgo de mí mismo, me enervo, me subyugo, me encorajino, me enrito, me poseo, en arameo sánscrito juro blasfemo.
En Vietnam eran unos ineptos y unos negados y unos niñatos y unos asesinos. Aquí ni eso, no sirven ni como ofrenda, ni como carne de sacrificio, ni para los perros, ni como muertos nos valen, qué vergüenza, cada día un poco peor si cabe, ya ni en el ejército de los estados unidos puedes confiar, me atrevería a decir, visto lo visto, que ni en el puto despatarrado justiciero martillo sagrado de dios en el cagarro del valle de la muerte del cuerpo de los marines por ti me doblo, qué fuerte.
Sensacionalismo oligofrénico.
Oh, tío, cuidado conmigo que estoy to loco, que te enseño la pistola y la monto gorda la lío parda y me la saco, también la polla, y me pajeo aquí mismo en directo a voz en grito como un mono qué malas son las mujeres que en cuanto te das la vuelta se follan hasta los picaportes, ojo que soy un tipo duro, me salgo de mí mismo, me enervo, me subyugo, me encorajino, me enrito, me poseo, en arameo sánscrito juro blasfemo.
En Vietnam eran unos ineptos y unos negados y unos niñatos y unos asesinos. Aquí ni eso, no sirven ni como ofrenda, ni como carne de sacrificio, ni para los perros, ni como muertos nos valen, qué vergüenza, cada día un poco peor si cabe, ya ni en el ejército de los estados unidos puedes confiar, me atrevería a decir, visto lo visto, que ni en el puto despatarrado justiciero martillo sagrado de dios en el cagarro del valle de la muerte del cuerpo de los marines por ti me doblo, qué fuerte.
Sensacionalismo oligofrénico.