La caída. De todo lo viejo, corrupto y encasquillado. De la mugre y la costra. De lo que nos detiene y desespera. Lo que nos va matando, poco a poco, gota a gota.
El hasta aquí hemos llegado. No puedo más, no quiero más, no. No, no y no. Yo me bajo, ¿y tú?
Y el estallido, el desahogo. El porque sí. La liberación, la destrucción y el caos. El abrazo de la muerte y la sangre.
Siempre está bien utilizar el cine como vía de escape, como sublimación del dolor. Darle forma al sinsentido con más absurdo todavía. Cagarse en todo y en todos. Jurar en hebreo y morirse de risa. Apurar el último trago, hasta el fondo.
Dioniso de verbena. Empastillado, a mala sangre.
Lo difícil es el equilibrio; entre el exceso paródico/brutal y la opinión. No perderse en la borrachera y el disparate. Mantener la mano firme y evitar que se te vaya la historia. No conformarte con la broma fuerte y el llamar la atención, querer decir algo, hacer un retrato viciado del estado de cosas. Y lo consiguen, bastante. No del todo, pero mucho. Varias historias lo logran, otras se acercan.
spoiler:
El primero es una broma. Ingeniosa y divertida pero no más.
El segundo apunta más alto. Hacia los hijos de puta que están ahí arriba justamente por ser hijos de puta. Venganza por mano ajena. Justicia poética.
El tercero es genial. Curso acelerado sobre la lucha de clases y la incomunicación. Ensayo sobre la ceguera. Cuento sobre el absurdo humano; como escorpiones quemándose a fuego lento. Acuchillados en su miseria moral y estupidez. Minucioso y procaz. Muy brillante.
La cuarta es algo más floja. Don Erre que erre argentino. La idea está bien pero no alza el vuelo. Se queda en lo obvio. Deja la poderosa imagen de la demolición y el final onírico.
El quinto es buenísimo. Mezcla la sátira sobre el dinero con la mirada ajustada sobre la condición humana. La crítica con la risa. La moral con la chanza. El poder retratado; mangantes como chinches. Al final paga el más débil, no por bueno, sino por pobre y tonto.
El sexto es una celebración. Certero culmen. Purificación oligofrénica antes del deber conyugal. De cómo llegar limpios a la noche de bodas. Purga feroz. Como rito iniciático; atávico y hermoso.
Lujuriosa película. Logran lo que se proponen. Y no es poco.