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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
7
Western Josey Wales (Clint Eastwood), es un ex-soldado confederado que se dedica ahora a atender su granja al lado de su esposa y su pequeño hijo... hasta que un día, llegan miembros de la guerrilla Los botas rojas (al servicio de los ejércitos de la Unión) y matan a su familia. Desde entonces, Wales decidirá cobrar venganza y se convertirá en perseguido fugitivo al ser el último hombre que se ha negado a firmar un acuerdo de paz con los ... [+]
19 de octubre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Digámoslo rápido. Lo mejor de esta peli setentera del tito Clint es la comuna sandunguera que se monta el tío en medio de la nada. Venga a pegar bailongos y matarse a copazos. Un jipismo libertario y acogedor con el que este forajido de leyenda protege debidamente a todos los desharrapados, cada uno de su padre y de su madre, que por ahí, por el camino, a la buena de dios se va encontrando. Parias de todo tipo y condición: desde un indio venerable y cachondo hasta un violinista en el tejado, sin olvidar a la inevitable Locke en estos casos (la mujercísima de Clint -acabaron como el rosario de la aurora, no somos nada), una india valerosa y charlatana (¿no la puedes hacer callar?, masculla Clint entre dientes, harto de tanta cháchara vana) y una abuelita cascarrabias y bonachona, adorable.
Hasta llegar a su lugar en el mundo, esa especie de cabaña-fuerte, se pasean por todo Missouri- Kansas (con varios chistes al respecto de asunto tan jocoso) como circo ambulante, entre bromas y veras, a escupitajo limpio.
Y ahora vamos a la historia. Es sencilla de contar. Es un "a mí Sabino que los arrollo" de los de toda la vida. Nada, que a Clint, en un mal día, le matan a su familia y a él, como es lo más normal del mundo y le pasaría a todo hijo de vecino, de repente el fuego de la venganza le corroe. Los malos son los de las botas rojas, lógico con ese mal gusto. Y todo el rato matándolos, como exterminador de cucarachas. A decenas los elimina, a paletadas, rutinaria, burocráticamente. Como un Dios cansado y cruel sin otra cosa mejor que hacer.
Erase un caballero andante, desfaciendo entuertos en el wéstern más crepuscular y arrabalero, eliminando bellacos, enamorando damas y haciendo amigos allá por donde pasa, con su guapura endemoniada, su parquedad gestual y su humor soterrado.
Mezcla de realismo crudo y apestoso con comedia simplona, wéstern movie y, sí, algo nos faltaba, cierto buenismo (se hace amigote de todas las naciones indias, poco más o menos, en un par de charlas, muy filosóficas, a todo dar).
Película distraída, embravecida y jacarandosa. Ni en serio ni en broma, sino todo lo contrario.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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