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Voto de Ferdydurke:
1
4,9
2.230
Acción
Paul Kersey es un vigilante que regresa a Nueva York para visitar a un amigo. pero cuando llega se encuentra con que éste está a punto de morir, víctima de una paliza que le ha propinado la banda de Manny Fraker. Para colmo de males, en ese preciso momento entra la policía y sorprende a Paul sosteniendo un arma en el lugar del crimen. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2023
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Taxi Driver. Torrente. M, el vampiro de Düsseldorf. The Warriors.
Son como ratas. Diezmar el rebaño. Dientes. Tenemos que hablar.
Es una película tan increíblemente inteligente, seria y correcta que perfectamente podría copar todos los titulares de todas las teles periódicos redes sociales de España, es decir, debería ser escrita/pensada/rodada por algún (o algunos) político/periodista (ese animal mitológico tan ibérico, hidra de dos cabezas, el bien y la verdad por bandera, santo y seña) de nuestra sagrada tierra que se precie (hay donde elegir, a patadas), esa es su catadura, abismal, colosal, intratable, indescriptible, inefable, wittgensteiniana.
Obra tan creíble, reflexiva, selecta, divertida, elevada y bella que actualmente, reconozcámoslo (insistamos en ello, no seamos modestos, falsos, no nos duelan prendas ni se nos caigan los palos del sombrajo), solo podría ser hecha por un gerifalte patrio de los de más éxito o votos audiencia dinero ya que planeta, planea y plantea con todo lujo de detalles una amenaza/problema (mal/dilema) moderno terrible, el auge del (neo) nazismo/fascismo (neo) liberalismo (post) capitalista en la vieja Europa/España y lo que surja o véase cómo un viejo pellejo asqueroso repulsivo trementina tremebundo unido a unos policías (los computo) corruptos (perdón por el grosero obvio pleonasmo) represivos totalitarios (el estado y su ejercicio monopolio de la violencia como absceso, todo tiene, o debería tener, un límite) y a unos vecinos abyectos (¿os habéis fijado cómo celebran los miserables un aberrante asesinato a sangre fría?, en fin..., corramos un velo tupido sobre esa chusma infecta) matan sin piedad ni perdón, ley, orden o sentido alguno a un grupo de encantadores soñadores idealistas jóvenes revolucionarios quijotescos rabelesianios pantagruélicos avant la lettre, hombres de paz que luchan por (su/el barrio, de lo pequeño a lo más enorme, de lo particular a lo universal) un mundo mejor, por sus derechos, y ya de paso por los de todos o el resto (si no hubiera sido por ellos, otro gallo nos cantaría ahora, penaríamos en el infierno, ahora no disfrutaríamos de tanto bienestar y respeto, gracias, de todo corazón, por ello), por sus sueños y esperanzas caiga quien caiga y le pese a quien le pese sin miedo ni titubeo. La película rezuma, en todo ese alto sentido, valores (de hecho, los pone en valor, en el frontispicio mismo, en el promontorio de la aurora, en el recodo del camino), empatía, conciencia social, justicia poética y de la otra, equidad, feminismo, LGTBismo, plusismo, krausismo, ecologismo, animalismo, inclusivismo, ultraísmo, lo cual se puede ver o apreciar claramente en multitud de matices o deslindes, desde los ropajes, ese vestuario ecléctico multicultural, el cruce colorido de razas (sí, es también antirracista, órdago a la más grande), al paisaje (post apocalíptico, evidente metáfora de lo que nos queda o quedaría si no hay o hubiera habido pelea, si no nos plantamos o plantáramos -ellos- en su día), el paisanaje (variopinto), los diálogos (ricos, de amplias perspectivas filosófico antropológicas) y demás recursos psicotécnicoestilíticosupercalifragilísticoespialidosoculturalesmorales que adornan jalonan pespuntean esta obra de referencia en todo lo relacionado con la nueva ética, cómo hemos cambiado (en verdad mejorado, de una parte a este tiempo), ya que, por eso, por aquellos años antiguos lejanos algunos visionarios portentos se adelantaron a los acontecimientos, lograron plasmar evocar ese cambio (del cambio, volantazo) que todavía no se había producido, que estaba en ciernes, el huevo y la gallina (Caponata, Turuleca, Clueca) o tal vez gallinazo, pero que se olía (como el perfume de la primavera) en el (medio/también entero) ambiente, lo calaron.
Denuncia justa y exacta de un mal equinoccial que hay que erradicar extirpar de nuestra sociedad para que no vuelva a (re)surgir (de entre las cenizas, el polvo al polvo) jamás.
Son como ratas. Diezmar el rebaño. Dientes. Tenemos que hablar.
Es una película tan increíblemente inteligente, seria y correcta que perfectamente podría copar todos los titulares de todas las teles periódicos redes sociales de España, es decir, debería ser escrita/pensada/rodada por algún (o algunos) político/periodista (ese animal mitológico tan ibérico, hidra de dos cabezas, el bien y la verdad por bandera, santo y seña) de nuestra sagrada tierra que se precie (hay donde elegir, a patadas), esa es su catadura, abismal, colosal, intratable, indescriptible, inefable, wittgensteiniana.
Obra tan creíble, reflexiva, selecta, divertida, elevada y bella que actualmente, reconozcámoslo (insistamos en ello, no seamos modestos, falsos, no nos duelan prendas ni se nos caigan los palos del sombrajo), solo podría ser hecha por un gerifalte patrio de los de más éxito o votos audiencia dinero ya que planeta, planea y plantea con todo lujo de detalles una amenaza/problema (mal/dilema) moderno terrible, el auge del (neo) nazismo/fascismo (neo) liberalismo (post) capitalista en la vieja Europa/España y lo que surja o véase cómo un viejo pellejo asqueroso repulsivo trementina tremebundo unido a unos policías (los computo) corruptos (perdón por el grosero obvio pleonasmo) represivos totalitarios (el estado y su ejercicio monopolio de la violencia como absceso, todo tiene, o debería tener, un límite) y a unos vecinos abyectos (¿os habéis fijado cómo celebran los miserables un aberrante asesinato a sangre fría?, en fin..., corramos un velo tupido sobre esa chusma infecta) matan sin piedad ni perdón, ley, orden o sentido alguno a un grupo de encantadores soñadores idealistas jóvenes revolucionarios quijotescos rabelesianios pantagruélicos avant la lettre, hombres de paz que luchan por (su/el barrio, de lo pequeño a lo más enorme, de lo particular a lo universal) un mundo mejor, por sus derechos, y ya de paso por los de todos o el resto (si no hubiera sido por ellos, otro gallo nos cantaría ahora, penaríamos en el infierno, ahora no disfrutaríamos de tanto bienestar y respeto, gracias, de todo corazón, por ello), por sus sueños y esperanzas caiga quien caiga y le pese a quien le pese sin miedo ni titubeo. La película rezuma, en todo ese alto sentido, valores (de hecho, los pone en valor, en el frontispicio mismo, en el promontorio de la aurora, en el recodo del camino), empatía, conciencia social, justicia poética y de la otra, equidad, feminismo, LGTBismo, plusismo, krausismo, ecologismo, animalismo, inclusivismo, ultraísmo, lo cual se puede ver o apreciar claramente en multitud de matices o deslindes, desde los ropajes, ese vestuario ecléctico multicultural, el cruce colorido de razas (sí, es también antirracista, órdago a la más grande), al paisaje (post apocalíptico, evidente metáfora de lo que nos queda o quedaría si no hay o hubiera habido pelea, si no nos plantamos o plantáramos -ellos- en su día), el paisanaje (variopinto), los diálogos (ricos, de amplias perspectivas filosófico antropológicas) y demás recursos psicotécnicoestilíticosupercalifragilísticoespialidosoculturalesmorales que adornan jalonan pespuntean esta obra de referencia en todo lo relacionado con la nueva ética, cómo hemos cambiado (en verdad mejorado, de una parte a este tiempo), ya que, por eso, por aquellos años antiguos lejanos algunos visionarios portentos se adelantaron a los acontecimientos, lograron plasmar evocar ese cambio (del cambio, volantazo) que todavía no se había producido, que estaba en ciernes, el huevo y la gallina (Caponata, Turuleca, Clueca) o tal vez gallinazo, pero que se olía (como el perfume de la primavera) en el (medio/también entero) ambiente, lo calaron.
Denuncia justa y exacta de un mal equinoccial que hay que erradicar extirpar de nuestra sociedad para que no vuelva a (re)surgir (de entre las cenizas, el polvo al polvo) jamás.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Final espeluznante pero necesario, como debe (de) ser, para que más nos duela, sal en la herida, para que algo cruja, hurga (el territorio del amor), para que nos hagamos cargo, el dedo en la llaga, para que reaccionemos, hacha y fuego en la helada alma, SE ACABÓ... porque yo me lo propuse y sufrí como nadie había sufrido y mi piel se quedó vacía y sola desahuciada en el olvido y después de luchar contra la muerte empecé a recuperarme un poco y olvidé todo lo que te quería y ahora ya y ahora ya mi mundo es otro...
Hay tres o cuatro grandes momentos, himnos o verdades (épica cotidiana); la rubia junto al héroe bifurcado (el jardín y los senderos, de pelo en pecho cerebelo) no tan juvenil (el peso de su destino-conocimiento acarrea siglos de plenipotencialidad cuasi divina más bien angélica, en cualquier caso muy ovni), cómo le mira, arrobada lógicamente, mientras este está al teléfono, arreglando el universo, las tetas al aire de la chica negra (reivindicativas, ahí queda/n, lo hace por todas nosotras, da, ejemplo, se la juega, arriesga); cómo es (de) real (solo hay que verlo, tener ojos en la cara, sensibilidad en el entrecejo) pavorosa salvajemente agredida sexualmente (violada, no nos andemos con mierdas) la abogada rubia tan bien predispuesta por el viejo cabrón sádico troglodita hijoputa facha de bigotito franquista anabaptista a la par que hitleriano aprovechando, como hacen (casi, estos chavales o samaritanos y los de su cuerda ideológica no o no tanto, o no siempre, o no todo el rato como los otros que lo tienen por modus operandi vivendi, por antonomasia, idiosincrasia, iconoclastia, anestesia y paranomasia paranoia) todos los hombres, su posición de poder (patriarcal piramidal), los judíos atacados impunemente (es decir, el holocausto, alegoría, lo sé, fina), el hispano que se junta degrada con el diablo (afinidades electivas, mismos perros, iguales la collares, de tal palo, tal galgo y tan podenco), en fin, un hombre blanco hetero como el mismo demonio, Charles Bronson nada menos, versus coso (no sabemos, no nos mojamos, estamos secos, castos, puros, yermos, benditos, no nos pronunciamos, pronunciamiento, asonada, aldabonazo, levantamiento, golpe a golpe, verso a verso, sobre su género, eso es lo bueno no lo de -ni mucho- menos) albino (raza de pura leche derramada, mitad zanahorio algo marciano) gay (muy ambiguo, fluido, diverso ambivalente indeterminado, cojo palomo, blanca paloma, águila, quizás serpiente, es un piropo), tú eliges, tú verás (a quién crees, hermano, o das el voto consentimiento dinero apoyo apoya, cómo eres de demócrata, empolla), tiempos modernos.
Hay tres o cuatro grandes momentos, himnos o verdades (épica cotidiana); la rubia junto al héroe bifurcado (el jardín y los senderos, de pelo en pecho cerebelo) no tan juvenil (el peso de su destino-conocimiento acarrea siglos de plenipotencialidad cuasi divina más bien angélica, en cualquier caso muy ovni), cómo le mira, arrobada lógicamente, mientras este está al teléfono, arreglando el universo, las tetas al aire de la chica negra (reivindicativas, ahí queda/n, lo hace por todas nosotras, da, ejemplo, se la juega, arriesga); cómo es (de) real (solo hay que verlo, tener ojos en la cara, sensibilidad en el entrecejo) pavorosa salvajemente agredida sexualmente (violada, no nos andemos con mierdas) la abogada rubia tan bien predispuesta por el viejo cabrón sádico troglodita hijoputa facha de bigotito franquista anabaptista a la par que hitleriano aprovechando, como hacen (casi, estos chavales o samaritanos y los de su cuerda ideológica no o no tanto, o no siempre, o no todo el rato como los otros que lo tienen por modus operandi vivendi, por antonomasia, idiosincrasia, iconoclastia, anestesia y paranomasia paranoia) todos los hombres, su posición de poder (patriarcal piramidal), los judíos atacados impunemente (es decir, el holocausto, alegoría, lo sé, fina), el hispano que se junta degrada con el diablo (afinidades electivas, mismos perros, iguales la collares, de tal palo, tal galgo y tan podenco), en fin, un hombre blanco hetero como el mismo demonio, Charles Bronson nada menos, versus coso (no sabemos, no nos mojamos, estamos secos, castos, puros, yermos, benditos, no nos pronunciamos, pronunciamiento, asonada, aldabonazo, levantamiento, golpe a golpe, verso a verso, sobre su género, eso es lo bueno no lo de -ni mucho- menos) albino (raza de pura leche derramada, mitad zanahorio algo marciano) gay (muy ambiguo, fluido, diverso ambivalente indeterminado, cojo palomo, blanca paloma, águila, quizás serpiente, es un piropo), tú eliges, tú verás (a quién crees, hermano, o das el voto consentimiento dinero apoyo apoya, cómo eres de demócrata, empolla), tiempos modernos.