Haz click aquí para copiar la URL
Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
3
Thriller. Terror. Drama Félix es un arquitecto que siente cómo su equilibrio mental y emocional se resquebraja cuando su novia Vera lo abandona. Una noche, llama a su puerta un desconocido que quiere hacer una llamada telefónica, pero, en un momento de descuido, el individuo desaparece dentro de su enorme casa sin dejar rastro alguno. A partir de ese instante, debido a ciertos fenómenos cada vez más angustiosos, Félix tiene la convicción de que el intruso vive ... [+]
16 de marzo de 2024
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alguien voló sobre el nido del cuco. Okupado. La soledad era esto. Repulsión. Parásitos. En tránsito. Hola, ¿estás sola? Sola/o en casa.
Él se parece a Stephen Rea, calcaíto.
Falla tanto en lo pequeño como en lo (más) grande, en los detalles y en las explicaciones o soluciones (finales o intermedias, no damos abasto). Acierta en algunos momentos de perspicacia psicológica (el miedo, dormir/refugiarse en el coche, mear ahí mismo) o de humor negro.
Es lo de siempre, no aclarar nada para ir dejando cabos sueltos, pistas falsas, hasta un final en el que todo quede manga por hombro o te salve la fe del carbonero (del espectador medio que suele ser muy creyente, le sobra querencia, perro sabueso, y echa el resto y el bofe, rellena huecos que da gusto, como un paleta o un golfista, no como un actor porno, eso es otra cosa, ciencia, no seamos machistas ni simplones u obvios, -no- es lo mismo).
La apuesta inicial no la mantiene, no hay huevos, ni cojones, giro al infierno, y la enreda más si cabe con la segunda que es un espejo (cóncavo/convexo), reboto, me doblo, me repito.
Tiene muchas ideas que bullen hermosas, pero son solo inicios, planteamientos, vislumbres, chispas o fogonazos, el desarrollo es pobre y las conclusiones son, en el mejor de los casos, torticeras, agujeros, negras.
Ah, y aquí, como si fuera una de Hitchcock, la policía mucha policía llega a tu casa antes de que hayas siquiera colgado el teléfono, para qué, son supersónicos, no de la sanidad pública (de la privada no sabemos no contestamos porque no nos da o llega, de solemnidad pobres), no son doctores, o, mejor, ellos, esa extraña pareja, son en verdad los habitantes inciertos, viven en el cuarto de al lado, con todos lo gastos pagados, a toca teja, a la sopa boba, como en el cuartelillo, gorrones, okupas, tenias, termitas, pulpos, pulgas, chinches, cabrones.
La película es una clara metáfora sobre un problema eterno que ahora tan actualmente de moda está, los okupas y la madre que los parió, eso viene a decir, que todos, como sin fuera un impuesto revolucionario (del/al/para el Estado, el gran terrorista y máximo ladrón), cuando compramos una casa, tenemos que pagar, de paso, dos por uno, la vivienda (la nuestra) de otra persona (si hay suerte, ya que hay gente, pobre gente, que arrostra o carga con dos o hasta tres inciertos habitantes entre sus paredes, Housebound, a los que tan rica alegremente -el peaje, la propiedad privada no sale gratis, qué va, por un ojo de la cara- mantiene por amor al arte, solidaridad, inclusividad, humanidad, empatía, poner en valor, caridad, virtud teologal, por los derechos humanos y la democracia y la libertad).
O sobre el sueño comunista, una teoría utopía soterradamente apuntada sobre cómo hay que habitar los metros cuadrados (sobrantes/excesivos, unos tanto y otros tan poco), sea, si a ti te sobran, que otros también los disfruten, justicia (retributiva que se dice), venga.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow