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Voto de Ferdydurke:
2
4,8
23.359
Intriga. Drama
Frank (Depp) es un turista americano que viaja a Italia para tratar de recuperarse de un fracaso amoroso. Elise (Jolie) es una extraordinaria mujer que deliberadamente se cruza en su camino. Con el incomparable marco de Venecia como telón de fondo, Frank se deja arrastrar por el amor, pero pronto él y Elise se verán envueltos en un torbellino de intriga y peligro. Remake de "El secreto de Anthony Zimmer" (Jérôme Salle, 2005). (FILMAFFINITY) [+]
1 de febrero de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Frank. The Berlin Vendetta. Obrigado. El americano impasible.
Me duele la cara de ser tan guapo. Tienes más cara que espalda. Eres un cara, de hecho un caradura. Cara a cara. Cariacontecida. Caricata. Carota. Al sol cara. Da la cara. La cara bestia de la vida. La cara b. Carátula. La cara oculta de la luna.
Película imprescindible sobre (¿Quién es quién?, No soy Stiller, El hombre duplicado, Enemy) la identidad escindida del hombre contemporáneo que ya ni siquiera en su aspecto físico o carcasa encuentra asidero o seguridad ninguna, ni en la cara es el espejo del alma puede encontrar su sitio o morada, el calor del hogar al que vuelves siempre por navidad, ni su avío o atávico atavío, ratio o paradero, desconocido, devolver al remitente, dios, mío, descalzaperros, de cómo la industria del entretenimiento y la banalidad brutalidad patrocinada abismal, tras arrasar/devorar el espíritu universal y a la vez el particular o individual, y el popular, se ha hecho también, amo y señor, con el cuerpo del delito y, claro, con el jepeto. Yo tengo esta cara y si no te gusta, pues tengo esta otra, usar y tirar, qué será será, sigue y suma, donde dije cara, digo face y todo arreglado. Denuncia de la cada vez más abrumadora cuenta de personas, y personajes, por llamarlos de alguna piadosa manera y no hacer sangre por ahora, que se hacen libre y ricamente carnicerías estéticas sin freno ni remedio, a como dé lugar, lo cual es triste, y patético y terrorífico, porque suele ocurrir o suceder tras previo paso por la lobotomía locomía o la trepanación cerebral en vivo y en directo, si no la traes tú de casa puesta, te la hacen ellos, no hay problemo, todo lo cual acaba dando como resultado un espeluznante espectáculo charcutero ferolítico supino en el que todos son el retrato verdadero de Dorian Gray, sin sombras siquiera, a pleno sol, o de cómo llegar a ser un puto monstruo en tres pasos, y ya nadie distingue a nadie ni reconoce a los otros, la guerra de los clones, ni, lo peor de todo, horror, al que menos, a sí mismo ni la madre que lo parió cuando se mira en el espejo, quién es este repulsivo engendro, vete de mí, de la naturaleza fenómeno, feo, quita de mi vista, adefesio, por eso suelen velar todos los cristales y viven a oscuras como los murciélagos y se arrancan de cuajo tanto los ojos, por el susto, el miedo, el reflejo, en fin, existencial vodevil, el baile de los vampiros, el carnaval de Veneciafrenia a las bravas, el juego de la confusión, la fiesta de la insignificancia, la selva del lenguaje, entropía, espanto, disgregación, disolución, bótox, sobre todo mucho bótox, tanta perrería y acuchillamiento, tu lo que quieres es que me coma el tigre o el cirujano mi carne morena, obvio, tú eres yo, carrusel abismal, la noria gira, grima.
Pone el dedo en la llaga, por lo tanto, igualmente, sobre el marco/realidad actual que degenera, a la vuelta de la esquina está el mal, en un estado de cosas en el que la máscara lo es todo y, a la vez, apenas oculta una muerte segura rauda que salta a la vista de manera obscena y repugnante, detrás del telón, es sindiós, la calavera, Psicosis al final del todo, asomando la jeta, mortal y rosa, guadaña y tentetieso, la parca la cabrona con hambre atrasada.
En definitiva o resumen, concentrado, no me chilles que no te veo, quítate el velo, jodido enfermo.
Me duele la cara de ser tan guapo. Tienes más cara que espalda. Eres un cara, de hecho un caradura. Cara a cara. Cariacontecida. Caricata. Carota. Al sol cara. Da la cara. La cara bestia de la vida. La cara b. Carátula. La cara oculta de la luna.
Película imprescindible sobre (¿Quién es quién?, No soy Stiller, El hombre duplicado, Enemy) la identidad escindida del hombre contemporáneo que ya ni siquiera en su aspecto físico o carcasa encuentra asidero o seguridad ninguna, ni en la cara es el espejo del alma puede encontrar su sitio o morada, el calor del hogar al que vuelves siempre por navidad, ni su avío o atávico atavío, ratio o paradero, desconocido, devolver al remitente, dios, mío, descalzaperros, de cómo la industria del entretenimiento y la banalidad brutalidad patrocinada abismal, tras arrasar/devorar el espíritu universal y a la vez el particular o individual, y el popular, se ha hecho también, amo y señor, con el cuerpo del delito y, claro, con el jepeto. Yo tengo esta cara y si no te gusta, pues tengo esta otra, usar y tirar, qué será será, sigue y suma, donde dije cara, digo face y todo arreglado. Denuncia de la cada vez más abrumadora cuenta de personas, y personajes, por llamarlos de alguna piadosa manera y no hacer sangre por ahora, que se hacen libre y ricamente carnicerías estéticas sin freno ni remedio, a como dé lugar, lo cual es triste, y patético y terrorífico, porque suele ocurrir o suceder tras previo paso por la lobotomía locomía o la trepanación cerebral en vivo y en directo, si no la traes tú de casa puesta, te la hacen ellos, no hay problemo, todo lo cual acaba dando como resultado un espeluznante espectáculo charcutero ferolítico supino en el que todos son el retrato verdadero de Dorian Gray, sin sombras siquiera, a pleno sol, o de cómo llegar a ser un puto monstruo en tres pasos, y ya nadie distingue a nadie ni reconoce a los otros, la guerra de los clones, ni, lo peor de todo, horror, al que menos, a sí mismo ni la madre que lo parió cuando se mira en el espejo, quién es este repulsivo engendro, vete de mí, de la naturaleza fenómeno, feo, quita de mi vista, adefesio, por eso suelen velar todos los cristales y viven a oscuras como los murciélagos y se arrancan de cuajo tanto los ojos, por el susto, el miedo, el reflejo, en fin, existencial vodevil, el baile de los vampiros, el carnaval de Veneciafrenia a las bravas, el juego de la confusión, la fiesta de la insignificancia, la selva del lenguaje, entropía, espanto, disgregación, disolución, bótox, sobre todo mucho bótox, tanta perrería y acuchillamiento, tu lo que quieres es que me coma el tigre o el cirujano mi carne morena, obvio, tú eres yo, carrusel abismal, la noria gira, grima.
Pone el dedo en la llaga, por lo tanto, igualmente, sobre el marco/realidad actual que degenera, a la vuelta de la esquina está el mal, en un estado de cosas en el que la máscara lo es todo y, a la vez, apenas oculta una muerte segura rauda que salta a la vista de manera obscena y repugnante, detrás del telón, es sindiós, la calavera, Psicosis al final del todo, asomando la jeta, mortal y rosa, guadaña y tentetieso, la parca la cabrona con hambre atrasada.
En definitiva o resumen, concentrado, no me chilles que no te veo, quítate el velo, jodido enfermo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Gran giro de guion final, inesperado, agradecido, de babero e himno, de jam session, el último hurra, yo pensaba que era Johnny Depp el otro y finalmente no, o sí, también, además, es Angelina Jolie, triple salto mortal, donde duermen dos, por qué no tres, Dios, hijo y espíritu santo, es la amante, el amado y en discordia el tercero, ménage à trois, Jules et Jim, tres no son multitud, un ambigú, el tres es el número perfecto cuando es uno, y trino, y porque me toca (me lo) tiro, lo que supone, por otro lado, todo ello, y que sirva de precedente, un encomiable admirable envidiable estimable valiente canto transgénero, hermafrodito, hiato, no tan fordiano, poliamoroso, trimegisto, muy hristo, y elegetebefílico, como el/la Trimurti, esa feliz entente, el resultante de las partes contratantes tiene seis brazos, como octopus, seis (es un) piernas, un coño, la coñoneta, dos pollas, seis pezones y dos tetas, a falta de mayor auscultación, rayos x, el efecto de los rayos gamma sobre las margaritas mediante, eso creemos, decimos esto, tampoco lo aseguramos a ciencia cierta, no nos mojamos, pisamos huevos, incluso tres cerebelos, el yo, el ello y el superyó, nunca el mini-yo, a veces yo-yo, que se resumen o concentran destilan filtran, el tarro de las esencias, en uno central que está al mando de todas las operaciones y cognitivos procesos epistemológicos gnoseológicos ginecológicos venéreos, Hal, de las sinapsis para que nos entendamos a dios gracias.
Y, también, Paul Betanny y Dalton Timoteo son, los dos, como las hermanas Wachowski, y como Robert Millar y Perico Delgado, el mismo profesor pazguato de Wisconsin nada menos, el ceniciento en busca de su zapato y de la calabaza Ruperta, te hacen la raíz cuadrada de treinta y tres a la de nada, paletos, gemelos, siameses, inseparables, unidos al nacer, cortados malamente por el mismo patrón, por Bardem el pobre que no tenía vela en este entierro, y vueltos a juntar más tarde, las partes no son la resta del todo, de sexo tántrico tortuoso alambicado sofisticado mecano, muy intrincado, puesto por el ayuntamiento y el profesor Bacterio, con la ayuda indescriptible de Víctor y (Evasión o) Victoria, se busca.
Finalmente hay que decir que en este caso no vale utilizar una vez más el socorrido y fácil chiste o juego de palabras sobre si aquí huele a muerto en Venencia o no tanto, gato, y no porque no sea ágil o inteligente o divertida la brogma, que sí jajaja, sino que porque estaban en Madrid, en el parque del retiro concretamente, las apariencias engañan y bebe agua.
Los setecientos millones de dólares o euros mejor si cabe serán destinados a repoblar el Amazonas, a sanidad, escuelas y carreteras, seguramente.
Nunca te fíes de un docente, los carga Satanás, tienen rabo, y azufre, y cuernos, al dente.
Extraños en un tren. Ventajas de viajar en tren.
La otra posibilidad es que sea una peli porno o ansí en la que la starlet muy led del star-system de turno se folla, ya toca o tocaba, al fan en una cita a ciegas con mucha rosa y velas y champán o lo que mierdas sea.
Y, también, Paul Betanny y Dalton Timoteo son, los dos, como las hermanas Wachowski, y como Robert Millar y Perico Delgado, el mismo profesor pazguato de Wisconsin nada menos, el ceniciento en busca de su zapato y de la calabaza Ruperta, te hacen la raíz cuadrada de treinta y tres a la de nada, paletos, gemelos, siameses, inseparables, unidos al nacer, cortados malamente por el mismo patrón, por Bardem el pobre que no tenía vela en este entierro, y vueltos a juntar más tarde, las partes no son la resta del todo, de sexo tántrico tortuoso alambicado sofisticado mecano, muy intrincado, puesto por el ayuntamiento y el profesor Bacterio, con la ayuda indescriptible de Víctor y (Evasión o) Victoria, se busca.
Finalmente hay que decir que en este caso no vale utilizar una vez más el socorrido y fácil chiste o juego de palabras sobre si aquí huele a muerto en Venencia o no tanto, gato, y no porque no sea ágil o inteligente o divertida la brogma, que sí jajaja, sino que porque estaban en Madrid, en el parque del retiro concretamente, las apariencias engañan y bebe agua.
Los setecientos millones de dólares o euros mejor si cabe serán destinados a repoblar el Amazonas, a sanidad, escuelas y carreteras, seguramente.
Nunca te fíes de un docente, los carga Satanás, tienen rabo, y azufre, y cuernos, al dente.
Extraños en un tren. Ventajas de viajar en tren.
La otra posibilidad es que sea una peli porno o ansí en la que la starlet muy led del star-system de turno se folla, ya toca o tocaba, al fan en una cita a ciegas con mucha rosa y velas y champán o lo que mierdas sea.