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Voto de Ferdydurke:
3
6,1
39.285
Thriller. Intriga
El Dr. Axel Cross (Morgan Freeman) es detective, psicólogo forense y escritor de éxito de novelas criminales. Cuando su sobrina Naomí desaparece, inicia su propia investigación. Siete chicas han desaparecido y se han encontrado dos cadáveres. Al lado del último de ellos ha aparecido una nota firmada 'Casanova'. Cross recibe la ayuda de Kate McTiernan (Ashley Judd), una joven doctora que ha conseguido escapar del secuestrador y puede ser ... [+]
9 de enero de 2016
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que parecía iba a ser un pintón thriller con la siempre estupenda Judd (¿por qué desgraciaste tu prometedora y brillante carrera con engendros de este calibre? Si yo hubiera sido tu representante/amante, ahora estarías a la par que la Streep, en la cima misma) y el nunca nervioso Freeman (qué manejo del terreno y la situación, del espacio tiempo, qué calma zen, qué hondura y dominio, qué hombre, en la sombra el espíritu) se tuerce por el camino, desvío nefando y verbenero, y acaba en grotesco esperpento (yo les maldigo), con un final aberrante y chuminero.
No era tanto de pedir una copia del Seven más hermoso. Algo decente y humilde. Había medios, dinero y buenos actores.
O dame un asesino ilustrado (le cabe la enciclopedia británica, entre pecho y espalda, culto como Heidegger), un policía iluminado y una buena mujer de belleza sin igual. Y ya está. Nada más. El resto lo pone el paisaje, y el paisanaje, norteamericano: sus coches, sus casas solariegas, sus FBI, sus charlas, chichas y devaneos memos. Más que suficiente. A verla y a disfrutar como gorrinos en celo.
Pero no, había que liarla y estropearla. Marear la perdiz y aburrir al querido personal. ¿Por qué? ¿Para qué?
No era tanto de pedir una copia del Seven más hermoso. Algo decente y humilde. Había medios, dinero y buenos actores.
O dame un asesino ilustrado (le cabe la enciclopedia británica, entre pecho y espalda, culto como Heidegger), un policía iluminado y una buena mujer de belleza sin igual. Y ya está. Nada más. El resto lo pone el paisaje, y el paisanaje, norteamericano: sus coches, sus casas solariegas, sus FBI, sus charlas, chichas y devaneos memos. Más que suficiente. A verla y a disfrutar como gorrinos en celo.
Pero no, había que liarla y estropearla. Marear la perdiz y aburrir al querido personal. ¿Por qué? ¿Para qué?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Cuando nos enteramos de que el asesino, de repente, de forma inopinada, ha mutado y se ha vuelto multitud abigarrada, nos queremos morir ya. Esa coyunda carnicera, "hermanos de armas", secta sotanera o suma infinita de tontos al retortero (pero muy leídos, claro) sanguinarios es insufrible, pura risa.
Y nos pondremos a olvidar rápidamente la muerte lechera final, posterior a otra pelea de la pobre Ashley; preciosa muchacha que debería ser tratada como la reina que es, y no andar por ahí golpeándola, arrastrándola y humillándola todo el puñetero rato, el santo día.
Qué puta vergüenza.
Y nos pondremos a olvidar rápidamente la muerte lechera final, posterior a otra pelea de la pobre Ashley; preciosa muchacha que debería ser tratada como la reina que es, y no andar por ahí golpeándola, arrastrándola y humillándola todo el puñetero rato, el santo día.
Qué puta vergüenza.