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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
3
Drama. Comedia París, años 20. Marguerite Dumont es una adinerada mujer, amante de la música y la ópera. Desde hace años canta regularmente frente a su círculo de amigos, pero lo hace lamentablemente desafinado y fuera de tono, y nadie se atreve a decirle la verdad. Tanto su marido como sus amigos se han dedicado siempre a mantener su fantasía. Todo se complica el día que ella decide presentarse frente a un verdadero público en la ópera. (FILMAFFINITY) [+]
5 de abril de 2016
4 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mamarracha de espanto se tira dos buenas horas berreando a toda madre que ni tuviera un gato muerto en la garganta la muy cabrona. Eso quizás podría haber sido una comedia: las andanzas aberrantes de esta becerra rompe tímpanos, de esta petarda non plus ultra, a reírnos de ella y no parar. Tal vez.
Pero se ve que no les pareció suficiente y se quisieron adornar. Y lo acabaron de estropear. Ya que lo del amor que te come los adentros y no puede más, mi alma solitaria, sin el arrobo de mi cenutrio, y muy alcornoque, y muy muermo, marido querido mío, eso, no hay Handel hermoso que lo sublime ni ópera que debidamente lo agonice. Anda ya.
Y hay más. Que si algo así, lo juro por San Judas Tadeo, por Jesús de Medinaceli, por..., ojo al dato, como una reflexión, que dios nos coja confesados, sobre el arte, el canto, el público, la hermosura de los sentimientos más puros y las pasiones más arrebatadoras, las renuncias, las soledades, los matrimonios, las verdades de las mentiras... Sí, sí, que no era tonta, del bote y del haba y de baba, y sin gracia y sin criterio y una pelma y una ricachona absurda y hastiada y penosa, no, que estaba de parranda, que en verdad era una valiente y una artista que expresaba su quejío amoroso por su hombre, y ahí ya es imposible con todo, yo dimito, qué afrentoso delito.
Pues todo eso, que ni comedia sobre pedorra con pretensiones ni amor desgarrador entre ricos que también lloran ni ensayo ligero ni na. Una chapuza medio elegante, medio, muy poco, simpática, sobre las hazañas de una mema tenebrosa que se viene abajo y harta por momentos, que se alarga, repite, eso ya es demasiado, y estira sin fundamento ninguno ni posible remedio.
Es el París de los años veinte, capital cultural del mundo, con la irrupción de las vanguardias, el jazz, las afinidades político revolucionarias (los rusos acababan de asaltar los cielos), y todo un contexto riquísimo y complejísimo, en plena ebullición y conflicto; una locura de influencias y vitalidad salvaje que aquí vemos solo de pasada, como al trasluz, lo mismo que a montones de personajes, posiblemente interesantes, que entran y salen de escena porque... sí, sin motivo ni sentido, por pura arbitrariedad caprichosa y superficial.
¡Qué ruina de función!
Que desgracia más grande la nuestra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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