El agua al principio y to arreglao, qué ganas de perder el tiempo y marear al personal, qué necesidad había, nos ahorramos dos horas de película y un buen puñado de fiambres los pobres, se queda en mediometraje y todos ganamos, visión de alcance que se dice, poner en valor igualmente.
Lo peor: el repugnante obsesivo machismo que asola o qué huevos gordos morenos hay que tener o tienen los hombres de esta película para intentar quitarse de encima a las/sus mujeres constantemente, para mandarlas al seguro muere, al de perdición abismo, genocidio femenino, sin consultarlas siquiera, hable con ella/s, por su polla, a la mierda la igualdad y el sentido, asqueroso, y luego nos quejamos, de esos polvos estos putos lodos, vomitivo, poco nos pasa.
Ah, y que muera el citado yerno sin motivo ninguno, apenas nada, quítame allá esas pajas, injustisia, y que palme la señora estupenda caída del mismo cielo, Mrs. Jones, sin perdón, como fruta madura, a punto de caramelo, sin comerlo ni beberlo, cuando menos te lo esperas, nadie es perfecto, y que se frían como buñuelos los bellos fornicadores, jefe y secretaria, ese inmortal clásico o arquetipo, leitmotiv, desde el principio de los tiempos disfrutando, nacido el uno para el otro, se crearon las profesiones u oficios, esos dos, expresamente para eso, para el inusitado gozo, así lo quiso el señor, el sexo como premio, nunca un castigo (divino).
Lo peor (también, otra vez): cuando Holden le dice a Faye que ese sí que es un arquitecto el que la diseñó a ella y no otro, otro comentario penoso e innecesario, ofensivo y abusivo, denigrante e insultante, acosador, así no vamos a ninguna parte, hombre.
Lo mejor: el gato o gatito, el único (realmente bueno y listo) de toda la obra (la esfinge, el motor inmóvil, el cogollo, el corazón del amor delator), limpio de polvo y paja, aura mística, ni esperanza ni miedo, que vengan que (sin mover un músculo del cuerpo) los arrollo, ataraxia eximia.
Lo mejor (también, lo sé): las últimas frases aleccionadoras y enjundiosas, nunca mais, di no a la ambición humana, los pelos como escarpias, qué gran enseñanza, valió la pena, nunca te acuestes sin aprender algo nuevo, sé humilde y contrito, eres solo un guijarro, un canto rodado, no te creas Prometeo o Ícaro o Tántalo, agacha la cerviz, el gesto, arrodíllate, humíllate, trozo de materia corrupta, pide perdón, lava tus pecados, haz una confesión, di no.