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Voto de Ferdydurke:
6
2010
Documental, Intervenciones de: Allen Iverson
5,8
427
Documental
En 1993, a la edad de 17 años, Allen Iverson, uno de los mejores jugadores de baloncesto estudiantil del país, se vio envuelto en una pelea en una bolera y en un juicio que a punto estuvo de apartarlo para siempre del baloncesto. Una discusión entre los amigos negros de Allen Iverson y un grupo de clientes blancos pasó en pocos minutos a ser una auténtica batalla campal que tuvo como resultado una mujer herida a la que le cayó una silla ... [+]
14 de noviembre de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hecho: la estrella del deporte americano, Allen Iverson, en el año del Señor de 1993, cuando frisaba los 18, fue condenado a prisión por verse involucrado en un altercado localizado en una bolera. Se le acusó de golpear brutalmente a una señorita. El instrumento utilizado, en el desempeño de semejante acto de salvajismo, fue una silla. La víctima no sufrió lesiones de gravedad. Se dice que no hubo pruebas concluyentes. El susodicho deportista cumplió varios meses de negación de la libertad, para ser finalmente indultado.
La polémica: racismo. Eso fue lo crucial y peliagudo. Lo que estuvo detrás de todo y revolucionó la comunidad. Fue una pelea entre blancos y negros. Iniciada, parece ser, por insultos racistas.
El lugar: Hampton. Estado de Virginia. Sureño. De pasado Confederado (todavía se ven banderas).
Sociedad: Iverson nació en una zona integrada en lo formal pero separada en el fondo. Los negros por un lado (generalmente más pobres) y los blancos por otro (habitualmente más ricos).
Familia: padre desaparecido y madre soltera adolescente, le tuvo con 15 años. Creció en una vivienda de protección oficial, rodeado de familiares. Con dificultades económicas.
Otros: este suceso removió la población con virulencia. Volvió a abrir la herida, nunca cicatrizada del todo, de la discriminación y el odio racial. Al ser muy conocido el jugador, todo se exageró. Los negros consideraron desproporcionada la sentencia. Protestaron y se movilizaron. Hubo todo tipo de teorías conspiranoicas. A cada cual más delirante.
Conclusión: parece ser que se le juzgó severamente por ser quien era (para dar ejemplo) y se le indultó rápidamente (con el objetivo de calmar los ánimos) también por lo que representaba.
Director: hombre blanco de Hampton que conoce el asunto de primera mano.
Es un correcto documental. Honesto y sencillo. Se exponen los hechos con claridad y honradez. Se escucha a todas las partes. No profundiza, pero quedan claras las líneas maestras. Muestra cómo todavía, a pesar de todo, de los grandísimos e indudables avances, la cuestión racial siempre es un volcán a punto erupcionar.
La polémica: racismo. Eso fue lo crucial y peliagudo. Lo que estuvo detrás de todo y revolucionó la comunidad. Fue una pelea entre blancos y negros. Iniciada, parece ser, por insultos racistas.
El lugar: Hampton. Estado de Virginia. Sureño. De pasado Confederado (todavía se ven banderas).
Sociedad: Iverson nació en una zona integrada en lo formal pero separada en el fondo. Los negros por un lado (generalmente más pobres) y los blancos por otro (habitualmente más ricos).
Familia: padre desaparecido y madre soltera adolescente, le tuvo con 15 años. Creció en una vivienda de protección oficial, rodeado de familiares. Con dificultades económicas.
Otros: este suceso removió la población con virulencia. Volvió a abrir la herida, nunca cicatrizada del todo, de la discriminación y el odio racial. Al ser muy conocido el jugador, todo se exageró. Los negros consideraron desproporcionada la sentencia. Protestaron y se movilizaron. Hubo todo tipo de teorías conspiranoicas. A cada cual más delirante.
Conclusión: parece ser que se le juzgó severamente por ser quien era (para dar ejemplo) y se le indultó rápidamente (con el objetivo de calmar los ánimos) también por lo que representaba.
Director: hombre blanco de Hampton que conoce el asunto de primera mano.
Es un correcto documental. Honesto y sencillo. Se exponen los hechos con claridad y honradez. Se escucha a todas las partes. No profundiza, pero quedan claras las líneas maestras. Muestra cómo todavía, a pesar de todo, de los grandísimos e indudables avances, la cuestión racial siempre es un volcán a punto erupcionar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Iverson desarrolló una gran carrera profesional, pero plagada de problemas deportivos (muchos menos) y personales (varios encontronazos con la justicia; posesión de armas, drogas, amenazas... ). Siempre en el límite.
P.D. : fue un jugón, el Jugón; talento inmenso y corazón de león.
Pese a sus 1,80 m de estatura, marcó una época, dejó huella, un legado de entrega, orgullo y grandeza. A veces le perdieron el egoísmo (siempre quiso ser Jordan y eso es imposible) y la indisciplina (queda para el recuerdo su repetición obsesiva en una rueda de prensa de la palabra "practice" como himno casi, letanía doliente, sobre lo mucho que le molestaba que le hablasen de entrenar; cabeza loca que siempre quiso ir por libre y al que le costó atarse), pero lo dejó todo en las canchas. Tuvo temporadas fabulosas en la NBA: varias liderando la anotación con más de 30 puntos por partido y alguna hasta siendo el mayor ladrón de balones. Quizás los 48 puntos en la única victoria que consiguieron los Sixers en la final contra Lakers de 2001 sea su momento más glorioso y recordado. Pero tuvo muchos.
P.D. : fue un jugón, el Jugón; talento inmenso y corazón de león.
Pese a sus 1,80 m de estatura, marcó una época, dejó huella, un legado de entrega, orgullo y grandeza. A veces le perdieron el egoísmo (siempre quiso ser Jordan y eso es imposible) y la indisciplina (queda para el recuerdo su repetición obsesiva en una rueda de prensa de la palabra "practice" como himno casi, letanía doliente, sobre lo mucho que le molestaba que le hablasen de entrenar; cabeza loca que siempre quiso ir por libre y al que le costó atarse), pero lo dejó todo en las canchas. Tuvo temporadas fabulosas en la NBA: varias liderando la anotación con más de 30 puntos por partido y alguna hasta siendo el mayor ladrón de balones. Quizás los 48 puntos en la única victoria que consiguieron los Sixers en la final contra Lakers de 2001 sea su momento más glorioso y recordado. Pero tuvo muchos.