Media votos
4,2
Votos
2.765
Críticas
2.763
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ferdydurke:
3
4,3
574
Thriller
La vida de Mary (Taraji P. Henson), una asesina a sueldo de la mafia de Boston, da un vuelco inesperado cuando conoce a un niño que despierta el instinto maternal que creía perdido. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Déjame ir. Nadie se va.
No puede haber mejor comienzo que una negra dura y atractiva partiendo la pana, matando malos sin descanso, día y noche a tiro limpio, eliminando de la faz de la tierra a tanta escoria o cochambre humana.
Pero un poco por el karma que siempre la atención mucho nos llama y otro tanto por el citado más arriba instinto maternal, que como mujer se siente claramente incompleta, le falta algo y lo nota, además de que ha arrebatado tanta vida que como forma de compensación necesita darla o devolverla, recuperarla o salvarla, y como por vías naturales en estos casos biológicos la cosa está muy complicada, ya sabes, estos hombres nuestros no sirven ya para nada, mucho menos para ser padres de algo, ni hablar de tener hijos los pobres o locura similar, qué agobio, por lo que la heroína se decide por el mucho mejor sistema de la adopción y qué mejor opción que rescatar del mismo infierno al hijo de un hombre al que tú precisamente mandaste al averno, carambola plena, bingo y resolución de todos los problemas y necesidades, tres en uno del mismo tiro.
La película es tan tonta como liviana, convencional, consabida, chuchería fina, con el añadido pinturero y un tanto intrincado y muy precioso del santo niño, el resto es la morralla o rancho habitual que nos dan todos los días las gentes del cine que quieren que mantengamos la dieta sana y por ende el cuerpo prieto, repletos de salud y bienestar, es que se preocupan mucho, también ellos, por nosotros.
Ella es estupenda, el chaval llora que da gusto, lo hace muy bien en verdad, y hasta pasaba por ahí el bueno de Danny Glover poniendo la indispensable rúbrica de calidad. El único pero es ese final en el que echamos a faltar más balas y emociones y malotes, se quedaron cortos de disparos e intentos, muy ralos en todo, cicateros, poca chicha o meollo. Pero suena Tina Turner versionando el clásico de Credence Clearwater y ya todo se arregla o mejora, lo perdonas y olvidas, les quieres mucho, a muerte.
No puede haber mejor comienzo que una negra dura y atractiva partiendo la pana, matando malos sin descanso, día y noche a tiro limpio, eliminando de la faz de la tierra a tanta escoria o cochambre humana.
Pero un poco por el karma que siempre la atención mucho nos llama y otro tanto por el citado más arriba instinto maternal, que como mujer se siente claramente incompleta, le falta algo y lo nota, además de que ha arrebatado tanta vida que como forma de compensación necesita darla o devolverla, recuperarla o salvarla, y como por vías naturales en estos casos biológicos la cosa está muy complicada, ya sabes, estos hombres nuestros no sirven ya para nada, mucho menos para ser padres de algo, ni hablar de tener hijos los pobres o locura similar, qué agobio, por lo que la heroína se decide por el mucho mejor sistema de la adopción y qué mejor opción que rescatar del mismo infierno al hijo de un hombre al que tú precisamente mandaste al averno, carambola plena, bingo y resolución de todos los problemas y necesidades, tres en uno del mismo tiro.
La película es tan tonta como liviana, convencional, consabida, chuchería fina, con el añadido pinturero y un tanto intrincado y muy precioso del santo niño, el resto es la morralla o rancho habitual que nos dan todos los días las gentes del cine que quieren que mantengamos la dieta sana y por ende el cuerpo prieto, repletos de salud y bienestar, es que se preocupan mucho, también ellos, por nosotros.
Ella es estupenda, el chaval llora que da gusto, lo hace muy bien en verdad, y hasta pasaba por ahí el bueno de Danny Glover poniendo la indispensable rúbrica de calidad. El único pero es ese final en el que echamos a faltar más balas y emociones y malotes, se quedaron cortos de disparos e intentos, muy ralos en todo, cicateros, poca chicha o meollo. Pero suena Tina Turner versionando el clásico de Credence Clearwater y ya todo se arregla o mejora, lo perdonas y olvidas, les quieres mucho, a muerte.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Me los imagino en Miami o Benidorm, tanto monta, regentando un garito contrito y muy chulo en algún lugar perdido desde donde se pueda divisar el resto del mundo y allá donde se pierden las almas y se cruzan los caminos, prontuario de vida, purgatorio que sana y da cobijo, madre e hijo putativo, no puede haber mejor plan ni más estupendo final que la familia y su regocijo.
Viva la maternidad, que no digo yo que eso del asesinato a sangre fría no sea también muy necesario y ecológico, alguien lo tiene que hacer, este trabajo suyo tan desagradable de acelerar el muere, si no eres tú, seré yo al fin y al cabo, pero el cariño verdadero y tan sincero gana la partida por goleada al resto.
P.D.: No hay ruso, o eslavo, para el caso es lo mismo, bueno, te pongas como te pongas, amor mío.
Viva la maternidad, que no digo yo que eso del asesinato a sangre fría no sea también muy necesario y ecológico, alguien lo tiene que hacer, este trabajo suyo tan desagradable de acelerar el muere, si no eres tú, seré yo al fin y al cabo, pero el cariño verdadero y tan sincero gana la partida por goleada al resto.
P.D.: No hay ruso, o eslavo, para el caso es lo mismo, bueno, te pongas como te pongas, amor mío.