La puntuación y crítica de la película se puede ver desde dos puntos de vista: el del universo warren, en cuyo caso es un suspenso estrepitoso, o desde uno ajeno, en cuyo caso es un notable. Esto se debe a que el cambio en la dinámica respecto de las anteriores películas es brutal.

Estamos acostumbrados a ver tremendas historias de terror, donde la clave está en las emociones y no tanto en la trama. En The Conjuring, por ejemplo, no nos importa tanto el contexto que rodea a la historia; Lo que buscamos (y lo que se nos da) es ser introducidos como un miembro más de la familia en una casa endemoniada, para poder experimentar un décimo del terror y desesperación que se puede llegar a sufrir en una situación como esa. En el caso Enfield, ocurre lo mismo, incluso teniendo en cuenta que son casos reales. Buscamos la empatía con la historia y sus integrantes, y no un documental detallado, aunque bien es cierto que para que esto funcione, la historia ha de ser lo suficientemente verídica y realista, como ocurre en los dos casos, y no en Annabelle Comes Home, por ejemplo.

Sin embargo, en esta película, todo cambia. Hay una gran desescalada en la tensión y terror, para dar lugar a una especie de thriller pseudo-policiaco sobrenatural al estilo de Expediente X con tintes de terror en algunas escenas. Parece una película perteneciente a otra saga. De hecho, esto lo podemos comprobar en las primeras escenas, y es que por primera vez se nos intenta mostrar el punto de vista del poseído, lo cual a mi parecer es un error, puesto que significa racionalizar lo irracional, o naturalizar lo sobrenatural, y ello resta la intriga y terror por esa oscuridad desconocida que caracteriza al más allá; Aunque como digo, desde un punto de vista ajeno al universo Warren, es una escena bastante interesante.

Y por último, sobre el final (valga la redundancia) poco hay que decir, ya que a finales necios, oídos sordos, ¿u ojos ciegos?